Un testigo que presenció el atentado terrorista en el playa del hotel Imperial Marhaba en Túnez afirma que el agresor caminaba tranquilamente entre sus víctimas y perdonó la vida a los residentes locales que trataron de impedirle atacar a los turistas.
Ibrahim el Ghoul, joven tunecino que trabaja en una empresa que pasea a los turistas en paracaídas a lo largo de la costa al lado del citado hotel, a las 11:30 de la mañana del viernes escuchó los disparos que provenían del territorio del complejo hotelero, informa ‘El País‘. “En la arena había muchos muertos y otros heridos. Y en el agua vi a una familia de cuatro británicos gritando, muy nerviosos”, cuenta el testigo.
Cuando el terrorista –identificado posteriormente por las autoridades de Túnez como el estudiante de 23 años Saif Rezgui- se dirigió hacia la piscina del hotel, Ibrahim se lanzó a auxiliar a los británicos. “Los subí a una lancha que saqué no sé de dónde. Al rato salió el asesino del hotel y nos apuntó”, recuerda el hombre. “Y yo cubrí a los extranjeros con mis brazos y le dije en árabe que no disparara. Al escucharme hablar en árabe bajó el fusil y se fue caminando tranquilamente”, afirma el joven, al precisar al diario que el terrorista en ningún momento parecía nervioso.