SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Un estudio publicado en la revista La Colmena de la Dirección de Comunicación Institucional del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), advierte a la población a estar pendientes sobre ciertas señales que pudieran indicar rasgos de personalidad violenta en las parejas.
La investigación, basada en el texto ‘‘La relación de parejas entre jóvenes’’ que patrocina la fundación ‘‘Coordinadora Paz para la Mujer’’ http://www.pazparalamujer.org/ de Puerto Rico, determinó que entre las principales señales de alerta de parejas con síntomas de violencia está la disposición a tener relaciones sexuales con otras personas, el rechazo a la decisión de uno y otro de no tener relaciones sexuales y el hecho de decidir cuándo y cómo tenerlas.
Para Carmen Matos, quien figura como autora del estudio, prohibir a la pareja salir con amigos, el uso de cierto tipo de ropa y los celos son personas con las que regularmente se interactúa, son manifestaciones de violencia de género en las que se pone en riesgo la integridad de la persona en la asunción de valores de equidad, dignidad y derecho a la libertad.
Sin embargo, el estudio señala que factores como el respeto al derecho a tener amistades y la libertad de participar en actividades propias, aceptar el ‘‘no’’ en las relaciones sexuales y tenerlas por mutuo acuerdo, así como utilizar estrategias no violentas para a solución de conflictos (como el diálogo), constituyen ‘‘señales de amor’’.
Contexto actual
Para investigadores como Julia Sebastián y Beatriz Ortiz de la Universidad Autónoma de Madrid, la violencia de género en las relaciones de pareja constituye un grave problema social que está siendo ampliamente discutido en países con mayores niveles de desarrollo, como en Europa y norte América.
Para ellas, el maltrato en la pareja –mayoritariamente femenino- no sólo constituye un problema de derechos humanos y de igualdad entre hombres y mujeres, sino que representa un fracaso de nuestra sociedad en el respeto a la integridad física y psicológica de la persona.
Sin embargo, se ha demostrado que para la mayoría de la población la violencia no es una amenaza, puesto que solo la identifican en los casos más graves que aparecen en los medios de comunicación.