SANTIAGO.-Un equipo de investigadores de la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA) y la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santiago (CORAASAN), iniciarán en enero próximo el proyecto de investigación y experimentación en agricultura, de aprovechamiento de los biosólidos generados en la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Rafey.
La iniciativa a desarrollarse en la finca experimental de UTESA en Mao provincia Valverde, con una inversión de RD$8 millones 600 mil pesos, está a cargo un investigador principal, tres co-investigadores y tres asistentes de investigación, con el financiamiento de FONDOCYT.
El anuncio fue hecho durante una visita a este diario por el ingeniero Atuey Martínez y los doctores, Francisco Orgaz Agüera, José Acosta Guzmán, José Castillo y Vladimir Rodríguez, quienes resaltaron la importancia del proyecto porque contribuye a reducir las divisas que eroga el Estado para la compra de maíz.
“Se eligió el maíz, por muchas razones, porque en el país, en la actualidad se produce sólo el 5% de la demanda nacional del producto, razón por la cual el Estado tienen que erogar cada año la suma de U$184 millones de dólares, para comprar el producto en el marcado internacional”, expresaron.
Destacaron además que con esta iniciativa se busca que CORAASAN reduzca los costos por los recursos que tiene que disponer para retirar esos desechos que alcanzan entre 25 a 30 metros cúbico que se producen diario en dicha planta de tratamiento de aguas residuales.
Pero además los investigadores pusieron de manifiesto que este proyecto logrará recuperar una cantidad de suelo que ha sido degrado y que el mismo generará miles de empleos directos e indirectos, lo que se reflejará en la economía nacional.
Otros de los beneficios que traerá dicho proyecto, es que la UTESA quedará con una estructura de equipos, para ser utilizado en otras investigaciones futuras, que lleve a cabo la universidad, dentro de su política de investigación permanente.
Explicaron que los fondos utilizados en el proyecto son otorgados por el Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología (MESCyT) a equipos de investigación que desarrollen proyectos de investigación científica que cumplan con rigurosos requisitos previamente establecidos, a través de una convocatoria anual.
El investigador principal es el ingeniero civil Atuey Martínez, con Maestría en Ingeniería Ambiental, director de la Carrera de Ingeniería Civil de UTESA y Gerente de Aguas Residuales y Alcantarillado Sanitario en la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (CORAASAN).
Los co-investigadores están conformados por el doctor José Castillo, doctor en Química por el Instituto Azerbaiyano de Petróleo y Química y Director del Departamento de Ciencias Naturales de UTESA.
Además el doctor Francisco Orgaz Agüera, doctor por la Universidad de Sevilla y Director Ejecutivo de la vice-rectoría de Investigación y Postgrado de UTESA; y el doctor José Acosta Guzmán, Doctor por la Universidad de Sevilla de España y Coordinador del Área de Negocios de UTESA.
Los asistentes de investigación son el ingeniero Vladimir Rodríguez, estudiante de la Maestría en Gestión Ambiental en UTESA y Encargado del Departamento de Tratamiento de Aguas Residuales de CORAASAN; la licenciada Eurania Peralta, estudiante de la Maestría en Administración de Empresas en UTESA; y por la bachiller Victoria Báez, estudiante de término de la Carrera de Ingeniería Civil en UTESA.
El proyecto surge a través del análisis de la problemática que genera la significativa cantidad de desechos bio-orgánicos que se generan en la ciudad de Santiago de los Caballeros, y sus efectos directos en el medio ambiente, los cuales son una manifestación de la compleja relación que existe entre el efecto antropogénico humano y la cuantiosa cantidad de aguas residuales producidas.
El tratamiento adecuado de las aguas residuales implica la generación de cantidades significativas de lodos residuales o biosólidos, así como de otros materiales potencialmente aprovechables.
Los biosólidos han sido objeto de estudio para su aprovechamiento en la agricultura en otros países, debido a su elevado contenido de materia orgánica y de otros elementos esenciales para el desarrollo de cultivos agropecuarios, así como para la recuperación o mejoría de suelos degradados.
En este sentido, el objetivo de la investigación es desarrollar un modelo para el uso eficiente y sostenible de biosólidos en el cultivo de maíz en la República Dominicana.
Para el estudio se utilizarán los biosólidos producidos en la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Rafey, localizada en el sector del mismo nombre en la ciudad de Santiago de los Caballeros la finca experimental seleccionada para el estudio corresponde a la Finca-Escuela UTESA recinto Mao, la cual está ubicada en el sector la Azucarera, del municipio de Esperanza, provincia Valverde.
El área de estudio estará dividida en cinco bloques parcelarios cuadrados de 324 m2 cada uno. La duración total de la investigación es de dos años, comenzando en enero de 2016.
De esta forma, se pretende determinar la composición físico-química y microbiológica de los biosólidos, y establecer la categoría o clasificación del biosólido producido en la Planta de Tratamiento de Aguas residuales Rafey.
Otros objetivos son seleccionar el suelo a cultivar, proyectar la morfología del grano de maíz que se pretende cultivar y establecer la vida útil del biosólido; conocer la capacidad nutricional del biosólido en la producción de maíz.
Así como también determinar el nivel de asimilación de los nutrientes del suelo por el cultivo y medir la dinámica de crecimiento de los cultivos y transferir la experiencia obtenida a otro tipo de cultivo, generar nuevos conocimientos en la literatura científica y proponer estándares para el manejo y aprovechamiento de biosólidos en el país.