ADIS ABEBA. El Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana (UA) ha autorizado el envío de una fuerza de paz a Burundi, donde la escalada de violencia ha llevado al país al borde de la guerra civil, informaron hoy a Efe fuentes de la organización.
La decisión de desplegar la Misión Africana de Prevención y Protección en Burundi (MAPROBU) fue adoptada durante la reunión ayer del Consejo de Paz y Seguridad de la institución panafricana.
El encuentro estuvo presidido por Burundi, país que ocupa la presidencia rotatoria de este organismo de la UA y que rechazó el envío de tropas, según las mismas fuentes.
No obstante, la UA podría enviar tropas invocando una cláusula que le permite desplegar una fuerza de paz ante una situación de genocidio o crímenes de guerra en contra incluso del consentimiento del país.
La UA advirtió ayer de que no permitirá “otro genocidio” en el continente, en alusión al deterioro de la seguridad en Burundi, donde la ONU teme que la situación degenere hacia matanzas a gran escala tras los asesinatos registrados en los últimos meses.
“Es necesaria una acción urgente para parar los asesinatos”, advirtió el Consejo de Paz y Seguridad de la UA ayer, a través de su cuenta oficial de twitter.
El pasado mes de abril comenzaron una serie de violentas protestas después de que Nkurunziza anunciase su intención de presentarse a las elecciones por tercera vez, algo prohibido por la Constitución.
Las elecciones se celebraron y Nkurunziza ganó los comicios el pasado julio con un 69 % de los votos, un resultado que la comunidad internacional no ha reconocido por la falta de garantías durante su celebración.
Al menos 400 personas han sido asesinadas en Burundi desde el 26 de abril, aunque se calcula que la cifra real de fallecidos es mucho mayor, y más de 220.000 se han visto obligadas a abandonar el país, según el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Hussein.
La ola de violencia está arrastrando al país a un conflicto que algunos califican de étnico, aunque desde la oposición se asegura que están muriendo burundeses de las dos tribus mayoritarias, hutus y tutsis.
La historia de Burundi ha estado sacudida por la violencia étnica, incluidos dos sucesos calificados como genocidios: la masacre de hutus por el Ejército dominado por tutsis en 1972, y el asesinato masivo de tutsis por hutus en 1993.
Ambas etnias protagonizaron el genocidio de 1994 en la vecina Ruanda, donde unas 800.000 personas -según cifras de la ONU- fueron asesinadas, la mayoría de la etnia tutsi.