San Salvador (El Salvador).- Unas 3.000 personas acudieron en las últimas horas en la capital salvadoreña a la Procesión de la Luz en homenaje a monseñor Óscar Arnulfo Romero, que será beatificado este sábado en la plaza de el Salvador del Mundo ante unos 285.000 devotos del mártir.
La peregrinación, que comenzó ayer viernes a las 17:00 horas locales (23:00 GMT), se detuvo a los pocos minutos de su inicio debido a una fuerte tormenta, acompañada de lluvia y aparato eléctrico, que obligó a permanecer a la espera durante 40 minutos, con la incertidumbre de poder continuar la marcha.
Tras el parón, y a pesar de que la lluvia no cesó, los fieles siguieron su camino, que comenzó en la Catedral metropolitana, hasta la 59 Avenida Norte, Avenida Francisco Gavidia y Avenida Roosevelt, donde se celebró una homilía a cargo del cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez de Madariaga.
Durante el acto, Madariaga dijo que la beatificación “llega en este momento como culminación de un camino iniciado hace 35 años y como bendición para este querido pueblo salvadoreño y para este continente”.
“Debemos pedir la gracia particular a Dios, él que recibió la sangre de este hombre para que este pueblo y todo el continente alcance la paz, la comprensión y la reconciliación (…) porque esa sangre no fue derramada en vano”, agregó.
Para el cardenal hondureño, Romero fue un servidor “fiel, prudente y humilde” que no buscó destacar por ningún motivo “más que por el amor y cuando tuvo desempeñar ese servicio afrontó el martirio”.
“Lo mataron y hoy está vivo entre los santos para mostrar que hay más alegría en dar que recibir, que vale la pena arriesgarse por amor”, sentenció.
Añadió que no se va a construir la paz en las “desigualdades, en la cultura del mercante, de la exclusión o peor todavía, en la globalización de la indiferencia. Romero no fue indiferente, sintió el dolor de su pueblo y luchó por él”.