DAJABON.- De un tiempo a esta parte, en un apartado caserío enclavado en la frontera dominico haitiana ha estado cayendo un sinfín de torrenciales chubascos, pero no precisamente de café, como se implora en las letras de la conocidísima pieza musical de Juan Luís Guerra, sino de deslumbrantes lluvias de colores, en sus más descollantes tonalidades.
Parecería como si el propio arcoíris, con su variopinta melena, se hubiese decidido a estacionarse en medio de este privilegiado territorio, estampando con ello un hálito de aliento, esperanza y destellos de luz en los rostros de los habitantes de la comunidad en cuestión.
El novedoso fenómeno, del que todo mundo se hace eco en estos días, ha sido posible gracias al concurso de intenciones y esfuerzos de un grupo de empresas, entidades oficiales, municipales y comunitarias, junto a un conglomerado de personas animadas de las mejores intenciones y un inmenso deseo por llevar un poco de aliento solidario y miríadas de gotitas de rocío, impregnadas de color, a los humildes moradores de estos linderos del país, que día a día se levantan teniendo como único estandarte el respeto a la nacionalidad y el irrestricto apego a su terruño.
PROYECTO
Blandiendo brochas, pinceles y diversos utensilios y cargando a lomos los toneles de pintura que empresarios solidarios brindaron a manos llenas, un buen día los directivos de la entidad cultural y comunitaria Ediciones de la Frontera -EDIFRON-instalaron campamento en el caserío de Pueblo Nuevo, dependiente del Distrito Municipal de Capotillo, provincia Dajabón y, junto a un grupo de artistas y colaboradores, entre brochazos y pinceladas, empezaron a demostrarle a los lugareños y al resto del mundo que, contando apenas con la solidaridad y unos cuantos tarros de pintura en los que se alternaban, a ratos, los tonos pasteles junto a los más encandilados colores, se puede llevar un poco de alegría a la comunidad y estampar abigarrados destellos de luz en el rostro terroso e inocente de las parvadas de niños que abren sus brazos a la vida, en estos lares.
Así, junto a los delicados y subliminales destellos de rosas y orquídeas, mármol y coral, en adición a las múltiples opciones en tono pastel que permite el arcoíris, el artista fue agregando destellos de ingenio y creatividad para inundar estos predios de la Patria con infinidad de impresionantes imágenes en las que dejó plasmadas, para la posteridad, algunas facetas de la cultura, la diversidad ecológica y el encanto que caracteriza la realidad medioambiental y las costumbres predominantes en la región.
Delicadas flores bañadas de vistosos colores, aves endémicas, reptiles y batracios que tienen al territorio amigable de la frontera como su hábitat natural, idílicos paisajes de fantasía, junto a siluetas de doncellas en cuya frondosa cabellera juguetea un sinfín de traviesas mariposas, constituyen apenas una leve mención de todo cuanto engalana las paredes de las viviendas de esta gente fronteriza, necesitada de la mano amiga del Estado y sus instituciones.
Aquí un puñado de apetitosos frutales, allá una mariquita ejecutando su interminable recorrido por en medio de un manojo de pétalos y hojas que simbolizan la floresta de inmenso verdor que predomina en estas regiones, acullá la reproducción de algunos de los interesantes grabados dejados por la desaparecida raza indígena de los taínos como legado de su incipiente arte, …
Junto a este dechado de belleza sin igual, la bravura de dos gallos de pelea en plena lid, las vibrantes notas musicales que brotan de los atabales y la silueta imponente del Monumento de Capotillo, que rememora la epopeya épica restauradora y la bravura de leyenda de los hombres y mujeres de La Línea, que aunaron sus esfuerzos a fin de que el país pudiese recuperar su soberanía.
… y flotando por encima de todo y de todos, como ascendiendo al cielo, la bandera tricolor, que de manera atinada también ha sido plasmada como elemento pictórico en diferentes paredes y viviendas.
Todo un derroche de gusto y color ondea sus anchas, en estos días, en la comunidad dajabonera de Pueblo Nuevo, por allá por donde comienza la Patria. Los resultados obtenidos hasta la fecha constituyen la muestra más ostensible de la transformación que se ha venido experimentando en el ámbito del caserío: 18 viviendas totalmente remozadas, embellecidas con relucientes colores y contando en sus fachadas con impactantes y delicados diseños especialmente elaborados en atención al estudio y la observación minuciosa de los aspectos más resaltantes de la ecología, la idiosincrasia y la cultura regional.
Además, se ha producido el rescate, embellecimiento y puesta en función, para uso de la comunidad, del antiguo local de la Asociación de Agricultores, que se encontraba en condiciones deplorables fruto del desuso y el abandono. Otro tanto se ha llevado a cabo en la escuela primaria, cuya fachada fue remozada y pintada, en adición a la implementación de otras obras de mantenimiento recientemente ejecutadas, tales como el acondicionamiento y reparación de la escalinata de entrada y la construcción de un badén que permite trasponer la cuneta garantizando así el acceso seguro de los infantes al plantel.
CONTRIBUCION
Con sobrada razón, las empresas Pinturas Montana y Pinturas Tucán, la emprendedora y solidaria Cooperativa Global y la Alcaldía del Distrito Municipal de Capotillo se sienten más que complacidos por el hecho de haber arrimado el hombro, contribuyendo de manera entusiasta con la ejecución de este visionario proyecto artístico y comunitario que, desde ya, se perfila como un ejemplo positivo digno de ser emulado en otras comunidades vecinas y del resto del país.
Al igual que las entidades mencionadas, otras tantas personalidades amigas así como hijos agradecidos de la comunidad que residen en otros puntos del país o allende los mares, contribuyeron de manera decisiva para llevar el aliento y la alegría a los moradores de Pueblo Nuevo.
A esos buenos samaritanos, más que la divulgación de su identidad, les interesa saber que, a partir de la fecha, el nombre de este humilde caserío enclavado en medio de lomas y serranías, será conocido en nuestro país y el mundo como el punto de partida en donde se dio inicio al novedoso proyecto panorámico, cultural y eco turístico, conocido como Las casitas coloridas en la frontera.
Para éstos, la alegría y la satisfacción esbozadas en los rostros de la gente del caserío, es paga más que suficiente para animarles a seguir aunando esfuerzos y conciliando voluntades en pro del desarrollo socioeconómico, la mejoría en las condiciones de vida y la difusión de los aspectos más positivos de la cultura y las costumbres de quienes habitan en estos apartados rincones de la Nación dominicana.