Mira, yo lo veo desde diferentes vertientes. Por un lado, hay una irresponsabilidad de varios países que han incidido sobre el desarrollo de los acontecimientos en Haití, tanto en esta época como desde hace tiempo. Esos países que tienen esa responsabilidad primaria no han tomado las medidas de lugar ni dado la atención necesaria para resolver los problemas haitianos con ellos. Ahora bien, antes de continuar por ahí, en la otra vertiente, déjame decir que la responsabilidad primordial es del pueblo haitiano y de las élites haitianas, políticas, empresariales, religiosas y de todo tipo que no han desarrollado un plan nacional, no solamente de acuerdos sino perseverar para lograr la estabilidad necesaria y sedimentar los valores en los procesos.
Este es uno de los grandes atributos de la democracia de nuestro país, la estabilidad que año tras año, con todas las deficiencias que tenemos, pero que ha permitido que ese crecimiento sea sostenido y esa acumulación permite que después de un tiempo, nos sorprendamos nosotros mismos. En Haití eso no ha ocurrido.
Después de lo anterior, está la comunidad internacional organizada, que es otra cosa. ¿Por qué hago la distinción? Porque no se hace suficiente diferencia entre una y otra en el sentido de que a las Naciones Unidas no se les pide más de lo que puedan dar. Las fuerzas de mantenimiento de paz de la ONU, los famosos Cascos Azules, son fuerzas bajo la carta de la ONU que son enviadas a un país cuando ha habido un conflicto armado interno y las partes se han puesto de acuerdo en un plan de paz y para ayudar a mantenerla, se envían esas fuerzas. Son 3 principios básicos: el primero, el consentimiento de las partes. Aquí son organizaciones criminales, sería insólito declarar una organización criminal como “parte beligerante”. No se puede pedir consentimiento. Otro de los principios es que las fuerzas no son enviadas a matar, solo en defensa legítima o en defensa del mandato de la misión. Ya ocurrió anteriormente, no entraremos en la fuerza de paz que estuvo en su momento, pero por lo general las Naciones Unidas tiene 12 fuerzas de mantenimiento de la paz en tres continentes, principalmente en África. Están buscando la fórmula inédita para el caso haitiano. Necesitan un país que lidere esa fuerza que el mismo secretario general ha dicho que es necesaria y que el gobierno haitiano ha solicitado y el gobierno dominicano considera esencial.