En 1982, la familia Bonarelli abrió las puertas de Pizzarelli, que se convirtió en poco tiempo en una de las pizzas favoritas de los niños de Naco. Poco más de cuarenta años después es, sin dudas, una de las marcas gastronómicas más reconocidas del país, sinónimo de calidad, innovación y éxito empresarial.
Un hito como este, no podía pasar por desapercibido. El Grupo Bona celebró junto a miembros de la familia Bonarelli y amigos cercanos los cuarenta años de esta empresa sinónimo de domingos en familia, amistades duraderas, peñas entre amigos y un verdadero generador de sabrosos recuerdos.
En este encuentro íntimo, Giuseppe Bonarelli Pascale, cariñosamente apodado como Don Pepino, recuerda los inicios de la marca: “Desde la primera semana de apertura, se formó una fila grandísima esperando por comprar un pedazo de la nueva pizza italiana. Desde entonces, como el primer día, Pizzarelli sigue enamorando con ese sabroso y memorable olor auténtico que le caracteriza.”
Giuseppe Bonarelli Schiffino, segunda generación y presidente Ejecutivo de Pizzarelli, aprovechó la ocasión para mencionar a los clientes: “En el día de hoy, queremos agradecer a cada dominicano que nos ha abierto su puerta y su corazón. El éxito de Pizzarelli solo ha sido posible gracias a ellos”.
Pizzarelli prendió su primer horno por primera vez en Plaza Naco, enamorando al público dominicano de inmediato, gracias a sus frescos ingredientes y pizzas cargadas de sabor y tradición. A través de los años, la marca Pizzarelli se ha expandido con nuevas sucursales, siendo además los primeros en brindar el servicio a domicilio en 1988.