La invitación de Melania Trump a mujeres influyentes para un encuentro en la Casa Blanca iba más allá de la comida a servir, o del aparente motivo de conmemorar el Día Internacional de la Mujer.
En cierto modo, fue una presentación en sociedad para la primera dama de Estados Unidos, siete semanas después de que comenzara el gobierno de Donald Trump. Tras pasar unas semanas en el ático de la familia en el centro de Manhattan mientras Trump iniciaba su mandato, la exmodelo, que según su marido es “una persona muy reservada”, da sus primeros pasos en su nuevo y muy público papel.
La señora Trump llegó al comedor oficial para su primer acto en solitario en la Casa Blanca, después de que un funcionario recitara: “Damas y caballeros, la primera dama de los Estados Unidos, Melania Trump”, y fue recibida por un grupo de unas 50 mujeres entre las que había embajadoras, miembros del gabinete, al menos una senadora y su hijastra, Ivanka Trump.