El reciente anuncio de Honduras de romper relaciones diplomáticas con Taiwán y reconocer el principio de “una sola China” es una vuelta de tuerca más en el giro político que está protagonizando América Latina para reconocer al gigante asiático como una gran potencia económica y comercial que cada vez tiene más influencia política en la región.
HONDURAS
Honduras y Taiwán, considerada por China como una provincia rebelde, mantenían desde 1941 una intensa relación de cooperación militar, educativa y económica. Sin embargo, la presidenta hondureña, Xiomara Castro, ordenó días atrás a su canciller, Eduardo Enrique Reina, establecer relaciones diplomáticas con China, lo que ha supuesto la ruptura con Taiwán.
“Esto es el reconocimiento de una coyuntura internacional que no se puede seguir negando y es el posicionamiento de China como gran potencia”, explica a EFE Luciano Bolinaga, doctor en Relaciones Internacionales por la Universidad Nacional de Rosario (Argentina).
“A medida que se consolida este rol, China tiene más instrumentos, más herramientas para poder presionar a los Gobiernos, no solamente de América Latina, sino de diferentes partes del mundo”, señala Bolinaga, director del Grupo de Estudios del Asia y el Pacífico de la Universidad Abierta Interamericana de Rosario.
NICARAGUA
Antes de Honduras, Nicaragua también le dio la espalda a Taiwán. Fue tras las controvertidas elecciones generales de noviembre de 2021, en las que Daniel Ortega fue reelegido para un quinto mandato. Al mes siguiente, Managua restableció relaciones con Pekín y rompió con Taipéi, hasta ese momento uno de sus mejores socios económicos y principales cooperantes. En julio del año pasado, Nicaragua y China firmaron el Acuerdo de Cosecha Temprana, un paso previo al Tratado de Libre Comercio (TLC).
“Un tratado de libre comercio no implica necesariamente el reconocimiento de un Estado”, puntualiza Luciano Bolinaga. De hecho, los trece países que todavía reconocen a Taiwán, podrían firmar uno con China sin que eso implicara el establecimiento de relaciones diplomáticas.
REPÚBLICA DOMINICANA
República Dominicana ya había establecido relaciones diplomáticas con China en mayo de 2018 rompiendo con Taiwán, que acusó al gigante asiático de haberlo logrado prometiendo préstamos por más de 3.000 millones de dólares.
Décadas antes fue al revés. “La diplomacia del dólar taiwanés -explica Bolinaga- le permitía generar inversión y financiamiento en muchos de estos países”.