SANTIAGO.-Monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, arzobispo emérito de Santiago, llamó ayer la atención por los problemas avanzados de desertificación y sequía que afecta a la República Dominicana.
Monseñor de la Rosa y Carpio, se refirió a el Día Internacional Contra la Desertificación y la Sequía, que evidentemente “nos llama la atención” para tomar medidas.
El arzobispo emérito de Santiago, dijo que tal vez hace cien años no era necesario ese día, porque no había una desertificación tan grande como ahora.
Pero tampoco, agregó, las sequías no eran tan abundantes como ahora porque el clima está cambiando, y todos saben que los responsables de estas realidades son “nuestras obras, nuestros hechos”.
“Y no solamente indica la responsabilidad humana, sino también la solidaridad internacional o la falta de solidaridad, porque lo que se hace mal en otro continente, nos afecta a nosotros en cualquier otra parte del mundo”, declaró.
Agregó que “el Día Internacional de los Desiertos y Sequías, nos lleva a muchísimas reflexiones que miran la realidad física nuestra”.
“Tenemos sequías, porque las hemos producido nosotros mismos, y toda esta realidad también la podríamos aplicar a la parte psicológica, desiertos psicológicos en el alma, sequías de las almas, o a la parte espiritual, almas desiertas por falta de espiritualidad o de sequía”