Puerto Plata se prepara para el reinicio de su relanzamiento al subsector turísticos de los cruceros, en el que fue pionera cuando el primer boom de la industria turística en los años ochenta del siglo pasado.
Aparte de la inversión pública oficial, con la reconstrucción y ampliación de la entrada de Puerto Plata, obra que está en manos de una de las empresas del señor Mícalo Bermúdez, el sector privado se propuso recuperar la riqueza y la belleza innata de la tierra de Gregorio Luperón con un primer paso: La construcción de un puerto a un costo de más de 100 millones de dólares, realizado por una combinación de capitales del exterior y locales, encabezados por la empresa de cruceros Carnival.
La construcción de la ‘Terminal de Cruceros Amber Cuve’, en la Bahía de Maimón, Puerto Plata, es un acontecimiento positivo de altísimo interés económico, y con la posibilidad de impactar anímicamente en la ciudadanía y en los demás sectores económicos y sociales de Puerto Plata.
Esta provincia representó el primer enclave del turismo dominicano. Su potencial fue impresionante. El impacto del turismo se sintió rápidamente y otras comunidades, como Sosúa y Cabarete, recibieron las brisas del éxito de la cabecera de provincia.
El clientelismo político, el populismo, el desorden administrativo y la falta de un ente regulador con posibilidad de tomar decisiones oportunas, mataron el turismo puertoplateño. Los amantes de la Costa Norte se marcharon, los barcos con turistas dejaron de venir y los inversionistas vieron como decaía irresponsablemente el desarrollo realizado, no por calidad de las playas o de las gentes, sino por irresponsabilidad de las autoridades, por oportunismo de los sindicatos de taxistas o por una arrabalización que contrastaba con la decencia y seguridad que deseaban las empresas transportadoras.
Un capitán de un crucero perdió un ojo en una refriega de transportistas que se peleaban por los pasajeros que descendían del barco.
Ahora una gran empresa de cruceros como Carnival, en alianza con inversionistas dominicanos, han apostado a renovar este enclave y comienzan con un puerto semi cerrado, con seguridad y protección extrema, para comenzar a probar. El 6 de octubre será la primera visita de un barco de Carnival a la Terminal de Cruceros Amber Cuve. Miles de personas vendrán por esa vía.
Si Puerto Plata se dispone a aprovechar esta oportunidad, y sus autoridades marcan un plan de receptividad y aprovechamiento, con higiene, limpieza, seguridad, y se ponen de acuerdo con los propietarios de la terminal, tal vez esta provincia pueda recuperar el esplendor que tuvo en el pasado.
Hay críticas de que la nueva terminal no será para beneficio de la ciudad de Puerto Plata, porque los turistas se quedarían encerrados en las diversas opciones que los propietarios han creado. Desde ya la provincia está siendo beneficiada, en particular por la inversión del gobierno con la creación de una entrada hermosa y segura para los visitantes. Hará falta que el gobierno local reubique el depósito de basura o vertedero de la ciudad, que está en la entrada de la ciudad y casi frente a la nueva terminal y frente a un gran hotel.
La otra cosa, y le toca al Ministerio de Turismo y a las autoridades del Ministerio Público, crear las condiciones para recuperar la seguridad y restablecer algunos de los atractivos tradicionales de Puerto Plata.
Un punto esencial será la montaña Isabel de Torres, que tiene un teleférico muy lento y atrasado, con escasa capacidad para transporte -por ejemplo- 2 mil personas que le visiten a la vez durante seis horas.
La terminal portuaria, que está en proceso de concluir sus instalaciones y comenzando la decoración de las tiendas y facilidades que tendrá, es una oportunidad para Puerto Plata. La extorsión, el chantaje y la búsqueda de beneficios particulares por parte de los funcionarios locales, regionales y nacionales, tiene que ser evitado a toda costa.
La forma de que Puerto Plata se relance y reconquiste el espacio que tuvo antes será con un plan bien organizado, concebido con honestidad y deseos de servicio. Con autoridades serias y conscientes de que este es un recomienzo, y que no habrá nuevas oportunidades en muchos años.