Santiago.-Las inundaciones causadas durante el paso por el país de los huracanes Irma y María, muestran los bajos niveles de educación, la imprudencia y la inmadurez de algunos que a pesar de las medidas preventivas adoptadas por las autoridades desafían el peligro, exponiéndose a ser arrastrado por la corriente de agua, tanto en zonas urbanas como en ríos, arroyos y cañadas.
En el caso de las ciudades, donde la falta de desagües adecuado, que permitan el rápido flujo del agua y la ocupación irregular de zonas vulnerables, provocan cuando se producen muchas lluvias grandes inundaciones, se ha convertido en un juego por parte de niños y jóvenes adentrarse a las aguas a bañarse o a jugar en las zonas inundadas.
Además de exponerse a ser arrastrado o ahogado por esas inundaciones, éstos pueden contraer enfermedades por la contaminación de esas aguas, caer en un hoyo, como es el caso de los imbornales, los cuales con la presión del agua, votan la tapa, pero además, la posibilidad de hacer contacto con algún cable del tendido eléctrico.
Estas aguas arrastran ente de contagio como es el caso de la orina y caca de las ratas, que como es sabido provoca una mortal enfermedad como es la leptospirosis, la cual cada año deja secuela de muertes en el país.
En el caso de los adultos, muchas veces acompañados de menores, desafían esas corrientes cruzando sus vehículos, ignorando que pueden ser arrastrado y terminando en un desenlace fatal