Panamá (EFE).- Dos hijos del expresidente de Panamá Ricardo Martinelli se desvincularon hoy del supuesto pago de sobornos que hizo la constructora brasileña Odebrecht a familiares de un alto funcionario durante la Administración de su padre.
“Rechazamos el inicio de las campañas mediáticas que buscan a base de publicaciones, sin fundamento, involucrarnos con una supuesta coima de 6 millones de dólares”, indicaron Ricardo y Luis Enrique Martinelli Linares en un comunicado difundido por su padre en Twitter.
Según documentos difundidos por el Departamento de Justicia de Estados Unidos la semana pasada, Odebrecht pagó 59 millones de dólares en sobornos para conseguir contratos en Panamá, país donde la empresa ha tenido gran actividad de obras en los últimos años.
Los pagos a funcionarios corruptos e intermediarios se realizaron entre 2010 y 2014, durante la administración de Martinelli, y entre 2009 y 2012 se habla de un pago de seis millones de dólares “a dos familiares cercanos de un alto funcionario del gobierno” relacionado con obras de infraestructura, que no es identificado.
Los sobornos supuestamente se realizaron a cuentas extranjeras designadas por el funcionario panameño y los intermediarios, de acuerdo con la información de EE.UU.
En su comunicado, los hijos del expresidente panameño aseguraron que respaldan las investigaciones que ha anunciado el Ministerio Público (MP) de Panamá y esperan que sus autoridades “actúen en razón de la búsqueda de la verdad, alejado de cualquier motivación ajena a este propósito”.
Además, dicen que se reservan el derecho de llevar ante las instancias jurídicas a los responsables de exponerlos en la palestra informativa como los familiares corruptos que el Gobierno estadounidense no identificó.
La constructora brasileña supuestamente aplicó la práctica de los sobornos en más de 100 proyectos en 12 países de América Latina y África donde pagó aproximadamente 788 millones de dólares.
Los documentos fueron difundidos tras anunciarse un acuerdo judicial con la empresa, que se comprometió a pagar multas que suman unos 2.047 millones de dólares a los Gobiernos de EE.UU., Brasil y Suiza para compensar los actos ilícitos por los que se le investiga en los tres países.
El pasado 21 de diciembre, horas después de conocerse la información del Departamento de Justicia, el MP de Panamá anunció que solicitaría información a EE.UU. sobre el tema y luego precisó que enviaría a un equipo de fiscales a Washington “para obtener detalles sobre los presuntos actos de sobornos y utilización de instituciones financieras en Panamá” por parte de Odebrecht.
El propósito es “fortalecer y complementar” las investigaciones que adelanta el MP en torno a dos denuncias acumuladas en un solo expediente en la fiscalía Séptima Anticorrupción, indicó.
Las indagaciones comenzaron en 2015 por el caso Lava Jato y cesaron por un tiempo, pero la fiscal séptima anticorrupción, Janeth Rovetto, pidió su reapertura en noviembre al recibir respuesta de una asistencia judicial de Brasil.
La fiscal recientemente explicó que está esperando que el juzgado autorice la reapertura de la investigación para incorporar los nuevos elementos surgidos y buscar colaboración de las autoridades suizas que participaron en la investigación conjunta con EE.UU. y Brasil contra la constructora.
El MP panameño también trabaja en una asistencia judicial solicitada por Suiza por posibles actos de soborno que vinculan al expresidente Martinelli y a sus hijos en la investigación que se le hace a Odebrecht en el país europeo, de acuerdo con una investigación del canal panameño TVN.
Martinelli, quien vive en Miami (EE.UU.), tiene abiertas seis investigaciones en la Corte Suprema de Justicia de Panamá, que lo requiere internacionalmente para que comparezca en un caso sobre escuchas ilegales durante su mandato.
Odebrecht está involucrada en grandes proyectos de infraestructura en Panamá, como la Línea 2 del Metro, por más de 1.857 millones de dólares; la renovación de la ciudad de Colón, por 537 millones de dólares, y la ampliación del aeropuerto de Tocumen, por cerca de 800 millones de dólares, según datos oficiales. EFE