SANTIAGO.-Los intercambios de regalos (angelitos), entre los empleados de las empresas y organizaciones, decoraciones de calles y las tradicionales mañanitas, que décadas atrás se iniciaban desde el mes de noviembre, han desaparecido como costumbres de los dominicanos.
Se trata de un compartir entre compañeros, que también se extendía a las escuelas, universidades y las iglesias, donde durante un promedio de un mes se escogía, un día de la semana para intercambiar obsequio y brindis, para concluir con una celebración pasado el 15 de diciembre de cada año.
El día más propicio para la celebración semanal era los viernes, en las empresas debido a que muchas laboran hasta ese día y en las iglesias, clubes y organizaciones cooperativas, se realizaba sábados o domingo, hasta el encuentro final.
La propia decoración y colocación de arbolitos en los hogares y empresas también ha disminuido de forma considerable en los últimos años.
Así como también en décadas atrás, desde inicio de noviembre las personas comenzaban a pintar la casa para esperar la Navidad, práctica que se ha ido sacando de las tradiciones de los dominicanos.
Lo mismo ocurría con la decoración de las calles, que se iniciaba desde el mes de noviembre, tradición que llegó a un nivel tal, que empresas licoreras y de cultura llegaron a realizar premiaciones para la vía mejor decoradas.
Desde inicio del mes de noviembre de cada año, iniciaban las colectas para comprar los accesorios de decoración, a fin de lucir el espacio más bonito, donde cada noche se realizan encuentros con intercambios de tragos, música y asopado.
Otras de las actividades típica, de la temporada navideña, era las denominadas mañanitas, donde en los barrios, campos y ciudades, un grupo de vecinos realizan en las primeras horas de la mañana, a ritmo de música, para intercambiar te de jengibre y tragos.
Esos cánticos mañaneros que despertaban los parroquianos, constituían también un sano ambiente de confraternidad, en la víspera de la celebración de la Navidad y Año Nuevo.
La desaparición de estas tradiciones guaran relación con muchos factores, que van desde lo económico, amplio uso de las tecnologías, a través de las redes sociales, que en los últimos años sobre todo en los jóvenes han distanciado a las personas.
Además influye la inseguridad, sobre todo lo que tiene que ver con las mañanitas, porque muchas personas temen salir en horas de la madrugada, a las calles, por temor a ser asaltado o atracado.