PUERTO PLATA.- Ayer en horas de la mañana se confirmó el hallazgo de un nido con cientos de huevos que se presume pudieran ser de una tortuga carey, que estaban levemente enterrados en la arena, exactamente en una zona apartada de la playa El Encuentro en el distrito municipal de Cabarete.
De acuerdo a la información suministrada a este redactor, fue un joven de Santiago de nombre Jhon Manuel Peña quien realizó el hallazgo del nido repleto de huevos la tarde del pasado domingo cuando vacacionaba en la referida playa con su esposa quien reaccionó asombrado y sin saber que hacer los gravó con su celular.
El equipo de prensa del espacio televisivo “Detrás del Rumor” que produce el comunicador y abogado Fabio Garcia, al ser informado de este hallazgo, se traslado al lugar y una vez allí se confirmó la existencia del nido procediéndose a colocar señales que limiten el acceso de personas al lugar y de inmediato le comunicaron de esta novedad a las autoridades del Ministerio de Medio Ambiente para que asumieran la responsabilidad de proteger los huevos que se presume son de una tortuga carey.
Al lugar también se presentó el presidente de la Asociación de Hoteles y Restaurantes de Sosúa y Cabarete (ASHORESOCA); Tomas Callender, quien de inmediato inició las diligencias para garantizar la protección del nido y manifestó que esta región es enormemente rica en términos de recursos naturales por lo que periódicamente las tortugas salen a las playas de la zona, para depositar sus huevos y estos se convierte en un atractivo para decenas de turistas que observan la apresurada carrera de las tortugas bebes en su afán por llegar al mar.
Se precisa que las tortugas carey son una especie en peligro de extinción, que periódicamente depositan sus huevos en un nido que construyen en la arena de las playas, para luego las recién nacidas que generalmente pesan menos de 24 gramos, abandonan el nido durante la noche después de aproximadamente dos meses.
Las crías presentan colores oscuros y el caparazón en forma de corazón, mide aproximadamente 2,5 centímetros de longitud, las pequeñitas de forma instintiva se dirigen al mar, atraídas por el reflejo de la luna sobre el agua, y las crías que no alcancen el agua antes del amanecer probablemente terminen siendo alimento de diversos depredadores como son cangrejos y aves limícolas.