El papa Francisco recordó hoy a los obispos de la República Dominicana, en visita “ad limina” en el Vaticano, que no pueden ser indiferentes a la “atención pastoral y caritativa” de los inmigrantes, especialmente los procedentes de Haití.
“La atención pastoral y caritativa de los inmigrantes, sobre todo a los provenientes de la vecina Haití, que buscan mejores condiciones de vida en territorio dominicano, no admite la indiferencia de los pastores de la Iglesia”, dijo Francisco.
“Es necesario seguir colaborando con las autoridades civiles para alcanzar soluciones solidarias a los problemas de quienes son privados de documentos o se les niega sus derechos básicos”, defendió el pontífice.
Y dijo: “es inexcusable no promover iniciativas de fraternidad y paz entre ambas naciones, que conforman esta bella isla del Caribe. Es importante saber integrar a los inmigrantes en la sociedad y acogerlos en la comunidad eclesial”.
El papa también se refirió ante los obispos dominicanos a los “graves problemas que afectan a nuestros pueblos, tales como el tráfico de drogas y de personas, la corrupción, la violencia doméstica, el abuso y la explotación de menores o la inseguridad social”.
Y pidió “buscar y cuidar el bien de los más desfavorecidos”, además de considerar “indispensable que el laicado dominicano (…) no descuide su formación doctrinal y espiritual y reciba un apoyo constante”.