La Casa Blanca emitió el miércoles una velada advertencia de que Estados Unidos actuará contra Irán a menos que deje de probar misiles balísticos y deje de apoyar a rebeldes hutíes en Yemen, pero se negó a especificar qué represalias tomaría.
Michael Flynn, asesor de seguridad nacional del presidente Donald Trump, criticó enérgicamente el comportamiento de Irán en sus primeras declaraciones públicas desde que Trump tomó el cargo. Acusó a Irán de amenazar a aliados de Estados Unidos y de causar inestabilidad en Medio Oriente.
Además, echó en cara al gobierno de Barack Obama por hacer muy poco para detener a la República Islámica.
“El día de hoy, nosotros ponemos oficialmente a Irán bajo advertencia”, dijo Flynn desde la Casa Blanca.
La advertencia es una manifestación temprana de la promesa de Trump de presentar una postura más firme ante Irán. No obstante, los funcionarios de gobierno enfatizaron que sus declaraciones no estaban relacionadas con las obligaciones de Irán bajo el acuerdo nuclear que negoció con Estados Unidos y otras potencias del mundo. Aunque Flynn señaló que Trump ha criticado ese acuerdo, los funcionarios rechazaron decir si Trump planeaba proseguir con su promesa de campaña de renegociarlo.
“El gobierno de Obama no respondió adecuadamente a las acciones malignas de Teherán, incluyendo transferencia de armas, apoyo al terrorismo y otras violaciones a normas internacionales”, señaló Flynn.
Irán se ha jactado desde hace mucho tiempo de tener misiles con alcance de 2.000 kilómetros (1.200 millas), lo que coloca en rango de tiro a la mayor parte de Medio Oriente, incluido Israel.
El ministro de Defensa de Irán, el general Hossein Dehghan, confirmó el miércoles que la nación realizó una prueba de misil, pero no dijo cuándo ocurrió ni el tipo específico de misi