El 19 de marzo de 1844 se produjo en Azua una gesta histórica que por su trascendencia es imposible de olvidar por los dominicanos. 169 años después, en la misma fecha, otro hecho notable, pero a nivel deportivo también penetró con fortaleza en los corazones de quienes adoran el deporte, principalmente su gran pasión, el béisbol.
Calificada como la más grande conquista deportiva alcanzada por República Dominicana, la conquista de la medalla de oro obtenida por el equipo quisqueyano en el Clásico Mundial de Béisbol arribó ayer a su segundo aniversario.
Una gesta gloriosa es recordada grandemente por los dominicanos, quienes observaron a su equipo derrotar a Puerto Rico por blanqueada 3-0 en el partido final, desenlace que dio motivo a una mayúscula celebración en todos los rincones, todos como una sola familia, una sola patria.
Robinson Canó fue electo como Jugador Más Valioso
Una marca invicta de 8-0 registrada en todas las paradas fortalecieron las expresiones externadas para entonces por un veterano gallego, quien en un comercial televisivo realizado para la ocasión expresaba: “Es que ellos son los mejores”, refiriéndose al plantel dominicano que en su paso arrollador dejó en el camino a las poderosas selecciones de Estados Unidos y Venezuela, así como a un conjunto de Puerto Rico que solo encontró en los dominicanos la famosa “piedrecita en el zapato”.
Fue una labor en conjunto, que tuvo a la Federación Dominicana de Béisbol en la cabeza, al manager Tony Peña y al gerente general Moisés Alou.
El tan esperado desquite contra el combinado de Antillas Holandesas, verdugo de los quisqueyanos en el Clásico Mundial del 2009, también se produjo, pues los dominicanos con un bateo oportuno de José Reyes, Edwin Encarnación y Moisés Sierra, además del pitcheo abridor de Edinson Vólquez y el eficiente desempeño del relevo vencieron 4-1 a los holandeses.
No era para menos despedirse con la conquista del trofeo de campeón, solo eso haría borrar el trago amargo sufrido en la segunda versión efectuada en el 2009, en la cual los dominicanos fueron humillados por un conjunto de Holanda que al menos en el papel era considerado muy inferior.
El pueblo dominicano se gozó cada una de las 72 entradas completas jugadas en los ocho partidos que efectuó el equipo en el certamen, que se estima fue seguido por decenas de millones de fanáticos en todo el mundo.
Este gallardete unió a una nación todos aupando un mismo fin y que se convirtió en un gran toque de queda, donde hasta las personalidades más importantes del país aplazaban citas o en el mejor de los casos no las colocaban en sus agendas en las horas en que jugaba el equipo dominicano.
Canó fue el JMV
Robinson Canó fue seleccionado el Jugador Más Valioso, tras batear para .469 (32-15) con cuatro dobles y dos jonrones y se debe resaltar el desempeño José Reyes, Nelson Cruz, Hanley Ramírez, Carlos Santana, Erick Aybar, Alejandro de Aza, Miguel Tejada, Moisés Sierra, además de los lanzadores Fernando Rodney, Pedro Strop, Octavio Dotel, Kelvin Herrera, José Veras, los abridores Samuel Deduno, Wandy Rodríguez, Edinson Vólquez, Lorenzo Barceló, entre otros. Los dominicanos Edwin Encarnación, inicialista; Canó, intermedista; José Reyes, paracorto; Nelson Cruz, jardinero fueron incluidos en el equipo Todos Estrellas.