BOGOTA (Reuters) – Una comisión del Congreso de Colombia viajó el domingo a Cuba para reunirse con los delegados de la guerrilla de las FARC, a quienes darán a conocer sus preocupaciones por las víctimas del conflicto y su visión sobre el diálogo de paz con el que se busca poner fin a casi cinco décadas de violencia, informó el Gobierno.
El encuentro entre los legisladores colombianos, liderados por el presidente del Senado, Roy Barreras, se producirá en medio del receso de la negociación y después de que el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) dijeron que avanzan hacia acuerdos en el tema agrario, aunque reconocieron que es urgente llegar a resultados concretos.
“La delegación sostendrá reuniones durante dos días en La Habana con el fin de dar a conocer sus preocupaciones alrededor de las víctimas del conflicto y en general para dar su visión sobre este proceso para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera”, dijo un comunicado de la Presidencia.
El encuentro sería el primero que sostendrían miembros del Congreso de Colombia con las FARC durante el dialogo de paz en Cuba, que hasta ahora ha estado limitado al equipo negociador del Gobierno y al grupo rebelde.
De acuerdo con el Gobierno, el presidente del Senado y los miembros del Congreso de la República que viajaron a Cuba han trabajado en los temas de paz, tierras y víctimas.
La negociación de más de tres meses con la que se busca poner fin al violento conflicto interno de casi cinco décadas que ha dejado miles de muertos e impide un mejor desempeño a la cuarta mayor economía de América Latina aborda actualmente el tema agrario.
Si las partes logran un acuerdo sobre ese tema, luego deberán abordar las garantías para la oposición política, el fin del conflicto, la lucha contra el narcotráfico y la compensación de las víctimas.
El proceso de paz, que se cumple bajo el principio de “nada está acordado hasta que todo esté acordado”, ha enfrentado tensiones en las últimas semanas a consecuencia de un aumento de los ataques de las FARC y de la ofensiva de las Fuerzas Militares contra el grupo rebelde que es considerado como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.
La confrontación aumentó después de que el 20 de enero venció una tregua unilateral de dos meses decretada por el grupo guerrillero y de que el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos descartara la posibilidad de firmar un cese bilateral de fuego.
El mandatario advirtió que una tregua bilateral sólo se dará después de que las FARC firmen un acuerdo de paz en el que acepten dejar las armas y reintegrarse a la vida civil como una fuerza política.
El Gobierno y la guerrilla han intercambiado acusaciones y cuestionamientos que han provocado tensión en el proceso, aunque sin embargo se han logrado avances.