LIMA (Reuters) – Chile, Colombia y Perú no participarán el jueves en la reunión extraordinaria en Bolivia en la que líderes sudamericanos darán personalmente apoyo al mandatario Evo Morales por el agravio sufrido en un viaje por Europa, dejando al descubierto las diferencias ideológicas en la región.
La cita fue convocada por la Secretaría General de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) tras expresar su indignación por la humillación sufrida por Morales el martes, cuando Francia y Portugal negaron el permiso de sobrevuelo a su avión por sospechas de que trasladada al fugitivo ex contratista de inteligencia estadounidense Edward Snowden.
La Presidencia del bloque de 12 naciones ejercida por Perú no logró el quórum requerido para una cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno, lo cual no impidió que los líderes izquierdistas de Ecuador, Venezuela, Argentina, Uruguay insistieran en el encuentro, en el que también participará Surinam.
Fuentes de los gobiernos de Perú, Colombia y Chile -más moderados- dijeron a Reuters que sus respectivos presidentes, Ollanta Humala, Juan Manuel Santos y Sebastián Piñera, no estarán en la cita de la tarde del jueves en Cochabamba, tampoco sus cancilleres y que sólo evaluaban enviar algún delegado.
No obstante, esos gobiernos también expresaron su apoyo y solidaridad a Morales en comunicados públicos y repudiaron las acciones de Francia y Portugal.
“No se trata de una reunión oficial de la Unasur, por eso no están viajando Humala ni la canciller”, dijo la fuente peruana.
La canciller de Perú, Eda Rivas, ya había aclarado desde el miércoles que “la reunión de Cochabamba no es una reunión de Unasur, la reunión de Cochabamba es una reunión de desagravio al presidente Evo Morales que se está llevando a cabo con algunos presidentes”.
Mientras que la fuente del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile destacó que Piñera ni el canciller participan debido a que la cita no fue convocada por el presidente de la Unasur “porque no hubo quórum” y tenían compromisos ya agendados.
En Colombia, una fuente de la cancillería usó los mismos argumentos para explicar la ausencia de Santos y de su ministra de Relaciones Exteriores.
De Brasil tampoco viajó la presidenta Dilma Rousseff ni su canciller, aunque la misma mandataria mandó a su asesor especial para asuntos internacionales, Marco Aurelio García.
“Hemos manifestado por la voz de la señora presidenta Dilma Rousseff, nuestra más firme y enérgica condena a este acto que hemos considerado como provocación y creo que vamos a coordinar nuestras decisiones, intercambiar acá con nuestros países de América del Sur, para que este episodio nunca más se repita”, dijo García al llegar a Cochabamba.
El trato de los países europeos al primer presidente indígena de Bolivia enfureció a muchos de sus colegas de la Unasur, que en un comunicado emitido desde Perú mostraron su indignación por los hechos que calificaron como actos “inamistosos e injustificables”.
El Gobierno de Morales culpó del incidente a la Casa Blanca por sus presiones a Europa en torno al caso de Snowden, requerido por Estados Unidos por revelar la existencia de un gigantesco esquema de espionaje.
Snowden, de 30 años, está en un limbo legal en el aeropuerto de Moscú esperando respuestas a solicitudes de asilo. Morales dijo que su Gobierno estaría dispuesto a evaluar un pedido del estadounidense si lo hiciera a su país.
(Con los reportes de Marco Aquino en Lima; Luis Jaime Acosta en Bogotá; Antonio de la Jara en Santiago; Daniel Ramos en La Paz; Editado por Silene Ramírez)