La mayoría de los agricultores que viven en las comunidades El Castillo, El Llano, La Siberia y El Convento, en la zona de influencia de Valle Nuevo, viven en destartaladas viviendas construidas de madera, algunas carcomidas por comején, carcomas y hormigas.
No tienen tendido eléctrico y la mayoría de las viviendas tienen pisos de tierra. Muy pocas personas ven canales de televisión, pero sí se enteran de todos los acontecimientos a través de la radio. Tampoco hay servicios de agua potable y de Internet.
El ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Francisco Domínguez Brito, dijo a medios nacionales e internacionales que ha ofertado a los campesinos mejorar las condiciones de sus viviendas, garantizar agua potable y tendido eléctrico a través de paneles solares, pero que se han negado radicalmente.
Los niños más pequeños de El Castillo y El Llano reciben docencia en una pequeña escuela de dos aulas que tiene tandas matutina y vespertina, según dijo un empleado consultado. Pese a las dificultades, los pobladores de esas montañosas y casi selváticas comunidades, advirtieron que nadie los saca de ese lugar.
Manuel Rosario dijo que de los 74 años de edad que tiene, 65 de ellos los tiene viviendo en la comunidad El Castillo, en Valle Nuevo, y que con sus sembradíos en una pequeña parcela de 13 tareas crió a sus 20 hijos.
Rosario, quien además tiene 40 nietos, cuatro de ellos con edades entre los 9 a 15 años que tiene a su cuidado, dijo que hay resistencia total de los pequeños productores de El Castillo, El Llano y La Siberia, porque nadie quiere salir de sus lugares de origen.“Cultivo cebolla, zanahoria y papa, y de aquí nadie me saca”, advirtió de manera tajante el productor. “Llegué a este lugar a los nueve años junto a mi padre y mi madre que murieron y lo único que sé hacer es trabajar agricultura, si me desalojan de aquí de qué vivo”, indicó. El caso de Rosario no es aislado, su opinión la comparten la mayoría de campesinos de esas comunidades, donde viven de la agricultura.
Casilda Díaz Fernández, madre de seis hijos, tres de ellos menores de edad, precisó que tiene 40 años viviendo en El Castillo y que cultiva una pequeña parcela de 12 tareas con la cual mantiene a sus descendientes directos. La dama advirtió que nadie la saca del lugar. “Si el ministro Domínguez Brito nos quiere desalojar de aquí, que nos garantice casas donde vivir y tierra donde trabajar, porque de la agricultura vivimos y eso es lo que sabemos hacer”, observó la pequeña productora agrícola.
“El ministro tiene dos opciones, o nos deja aquí con nuestras casitas trabajando la tierra como siempre hemos hecho, o que nos busque un lugar que nos garantice casas y tierras donde trabajar”.
Mientras, Leonidas Aquino dijo que el parque Valle Nuevo mide 910 kilómetros cuadrados y que tiene 33 comunidades que lo circundan. “Ellos dicen que están peleando por las aguas, pero no es cierto, aquí hay intereses poderosos, porque nosotros conocemos más el parque que el señor Domínguez Brito”, manifestó.