Como inaceptable, atropello e irrespeto fue definida por personalidades y dirigentes políticos la quema de una bandera de República Dominicana en Haití, y luego la toma del consulado dominicano en Puerto Príncipe, al término de una marcha contra la “xenofobia y el racismo” en ese país.
El embajador dominicano en Washington, José Tomás Pérez, deploró la quema de la bandera dominicana por ciudadanos haitianos en su país, y apoyo la decisión del gobierno dominicano de llamar a consulta a su embajador en esa nación.
Al coincidir con las declaraciones del canciller Andrés Navarro, en el sentido de que es inaceptable que Haití acuse al país de racismo y xenofobia, Pérez afirmó que ningún país ha sido tan solidario con Haití como República Dominicana.
Consideró que el gobierno haitiano lo que debe hacer es apoyar y poner real empeño en que el plan de regularización, cumpla sus metas y culmine con éxito, en beneficio de ambos gobiernos.
Dirigentes políticos
Los presidentes de los partidos Revolucionario Dominicano (PRD), Miguel Vargas; Reformista Social Cristiano (PRSC), Federico Antún Batlle, y Liberal la Estructura (PLRD), Amable Aristy Castro, respaldaron la reacción del gobierno, asegurando que era el pedimento que hacía todo el país.
Ayer el ministro de Relaciones Exteriores se reunió con el embajador dominicano en Haití y el cónsul general en Puerto Príncipe, para tomar medidas y acciones en el resto de legaciones diplomáticas dominicanas en la nación vecina.
Para Miguel Vargas se trata de un atentado contra la soberanía y la dignidad nacional. Dijo que independientemente de ver con buenos ojos la posición del gobierno, cree que existían razones para asumir esa misma posición de defensa antes. “Creo que realmente como país y como pueblo hemos sido suficientemente solidarios con nuestros hermanos haitianos. Yo creo que en todos los momentos de catástrofe hemos sido los primeros y los que más han contribuido”, dijo.
En tanto que Federico Antún Batlle aseguró que se trataba de una actitud provocadora en la que no “sólo irrespetaron la bandera nacional, sino que trataron de sustituir la enseña tricolor por la bandera haitiana en una actitud desafiante, irrespetuosa y peligrosa”.
Para Aristy Castro, por ejemplo, las acciones del grupo de haitianos constituyen un atropello innecesario a un país como República Dominicana que les ha tratado de forma solidaria y con mucho respeto. “Yo puedo hablar por mi provincia, la más invadida por el trabajo, y a ellos se les trata con respeto, con dignidad, así que es inaceptable el atropello a la bandera dominicana”, dijo el legislador por La Altagracia.
Mientras el aspirante presidencial por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader, repudió el ataque al consulado dominicano en Puerto Príncipe, donde quemaron una bandera de República Dominicana y ondearon una de su país.