El presidente de la Unión Nacional de Transportistas y Afines (Unatrafin), Arsenio Quevedo, acusó de los allanamientos que realizó ayer el Ministerio Público en compañía de la Policía Nacional en el local del gremio que dirige y de su vivienda, donde fue detenida su esposa, a una supuesta persecución política que realiza el procurador general Francisco Domínguez Brito y el presidente de la Federación Nacional de Transporte La Nueva Opción (Fenatrano), Juan Hubieres, para desaparecer la entidad que dirige.
“Hay una política para maltratar y desacreditar a Unatrafin y a su presidente. Cuando el procurador, Francisco Domínguez Brito tenía el caso de Félix Bautista hizo un acuerdo con Hubieres para poner afiches contra la corrupción a 30,000 unidades de guaguas a nivel nacional, cuyo costo fue de RD$30 millones, y la forma que el Procurador quiere utilizar para pagar es desapareciendo a Unatrafin, porque es la competencia de Fenatrano en la capital”, manifestó. El sindicalista, quien se entregó ayer en el Palacio de la Policía Nacional, donde fue recibido por el vocero, Máximo Báez Aybar y el fiscal de homicidios del Distrito Nacional, Newton López, para luego ser presentado ante la justicia, dijo que como Unatrafin es la principal competencia de Fenatrado “Hubieres quiere que desaparezca”.
“Da pena que muchos funcionarios del Gobierno se presten al chantaje de Juan Hubieres. Ellos quieren a Unatrafin y llevándome a mí el Procurador le cumple a Juan Hubieres, entregándole la totalidad del transporte de la capital para que él haga lo que le dé la gana”, dijo.
Agregó que nunca ha negado que el regidor de Pedro Brand, Erickson de los Santos, acusado de dirigir una red de sicarios que mató a dos choferes de Fenatrano, fuera dirigente de Unatrafin y que tenga dos rutas que estaban afiliadas a nosotros. “Él tiene dos rutas que son la 24 y 28 Duarte, las cuales estaban afiliadas a Unatrafin, de manera que yo nunca lo he negado”, reiteró.