Facebook tiene una misión fundacional, conectar el mundo. Desde que Donald Trump fue elegido presidente, Mark Zuckerberg ha mantenido una posición prudente y distante que ha roto tras los planes de limitar el número de inmigrantes que entrarán en Estados Unidos.
“Tenemos que mantener este país seguro, pero tenemos que hacerlo centrándonos en las personas que son una amenaza”, escribió en su perfil en la tarde del viernes, “llevar la ley más allá de las amenazas nos hace a todos los americanos menos seguros y mucho más pobres. Mientras que a muchísimos indocumentados los pone en un situación difícil, pues temen por su deportación”.
Una de las últimas propuestas del presidente Trump pasa por poner una limitación al número de emigrantes y refugiados que aceptará Estados Unidos. Esta directiva, junto con la propuesta de la construcción de un muro en la frontera de México ha hecho saltar las alarmas del fundador de la red social más poblada del planeta con más de 1.800 millones de perfiles activos.
Tanto Zuckerberg como su mujer Priscilla Chan tienen raíces emigrantes. En el caso de ella no es necesario remontarse lejos, sus padres son de China y Vietnam. En el de él hay que ir a los abuelos, de Alemania, Austria y Polonia.
Zuckerberg hace referencia también a uno de los colectivos que han sido un símbolo durante la era Obama, los ‘dreamers’, en español soñadores, aquellos ciudadanos que se criaron y estudiaron en Estados Unidos, aún sin papeles, pero que no conocen más patria que en la que viven. Este es un colectivo especialmente vulnerable formado por más de 750.000 ‘dreamers’, hasta la fecha estaban protegidos por DACA, un programa que les permitía vivir y trabajar legalmente.
La implicación del máximo responsable de Facebook con la inmigración se refleja también en FWD.us, una organización que él mismo financia, junto a las grandes empresas de Silicon Valley, para presionar por visados y cambios migratorios. En las próximas semanas van a reunirse para ver qué estrategia siguen. “Esto va más allá de mi interés personal o mi familia. Hace unos años, cuando daba clase en una escuela local, algunos de mis mejores alumnos eran indocumentados. Ellos también son nuestro futuro. Somos un país de emigrantes”, subraya.
El fundador de la red social se despide destacando que Estados Unidos es, esencialmente, un país hecho por la emigración: “Todos nos hemos beneficiado de contar con las mentes más brillantes de todo el mundo, que han venido para vivir, trabajar y aportar. Espero que tengamos el valor y la compasión para unirnos y, juntos, hacer del mundo un lugar mejor”.
Sheryl Sandberg, número dos de la red social, también ha hecho patente su desencuentro con las primeras medidas del nuevo presidente. En su caso se debe a los cambios con respecto al aborto, tanto en su país, como con su financiación en el exterior. “Va a trear terribles consecuencias para las mujeres y sus familias en todo el mundo”, lamentó. Sandberg ha mantenido un silencio notable desde la llegada de Trump al poder, aunque no ocultó su desilusión por la derrota de Hillary Clinton esa misma noche: “Por primera vez en la historia de nuestro país una mujer fue la candidata de uno de los grandes partidos, más de 59 millones de americanos querían poner a Hillary en la oficina más importante del mundo. Aunque no lo conseguimos, debemos estar orgullosos”.