Combatientes suníes capturaron ayer domingo dos pasos fronterizos, uno con Jordania y otro con Siria, en su avance como parte de una ofensiva en una de las regiones más conflictivas de Irak, dijeron autoridades militares.
La caída propinó al primer ministro chií un golpe más y llevó la guerra a las puertas de Jordania, un aliado clave de Estados Unidos que en su frontera norte tiene a Siria en guerra.
La campaña del Estado Islámico para Irak y el Levante (EIIL) en el desierto occidental de Irak acerca más al grupo escindido de al-Qaida a su sueño de forjar un estado islámico entre Siria e Irak.
Controlar las fronteras con Siria también ayudará al EIIL a abastecerse con armas sacadas de Irak a sus compañeros combatientes en Siria, lo que fortalece significativamente su capacidad para enfrentar a las sitiadas fuerzas del gobierno.
Si tienen éxito en su misión, podrían desestabilizar aún más el volátil Medio Oriente y servir como imán para los yihadistas de todo el mundo, de la misma manera en que al-Qaida atrajo a los extremistas cuando el Talibán gobernaba Afganistán.
Los extremistas tomaron el control del paso fronterizo de Turaibil, con Jordania, y de al- Walid, con Siria, después que las fuerzas del gobierno se retiraron de ambos lugares, informaron las autoridades.
Los funcionarios pidieron no ser identificados porque no estaban autorizados a hacer declaraciones a la prensa.
La captura siguió a la caída el viernes de las localidades de Qaim, Rawah, Anah y Rutba, en la provincia suní de Anbar, donde extremistas del EIIL controlan desde anteriormente este año la ciudad de Faluya y partes de la capital provincial, Ramadi.
Los extremistas suníes capturaron otra localidad en la provincia de Anbar, en el oeste de Irak, la cuarta que cae en dos días, dijeron ayerl domingo las autoridades, en lo que constituye una ofensiva importante en una de las regiones más conflictivas del país.
Los extremistas capturaron el sábado en la noche Rutba, unos 150 kilómetros (90 millas) al este de la frontera con Jordania, dijeron las autoridades.
Los habitantes del lugar negociaban ayer domingo con los extremistas que les permitieran marcharse porque una unidad del ejército en las afueras de la localidad amenazaba con comenzar fuego de artillería.