Un niño alemán de padres iraquíes, que se sospecha tenía vínculos con el grupo extremista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), intentó hacer estallar una bomba en un mercado navideño de la localidad de Ludwigshafen, en el oeste de Alemania.
Fue el 26 de noviembre, pero la información se conoció este viernes tras una publicación de la revista Focus, citando fuentes judiciales y de seguridad.
El niño de 12 años puso una mochila que contenía una bomba de fabricación casera con clavosa modo de metralla en el mercado navideño, pero el artefacto no explotó porque falló el detonador. Un visitante del mercado llamó a la policía tras encontrar la mochila y se desactivó el explosivo.
La policía identificó y arrestó al sospechoso, que ahora está en un centro de detención de menores. El Fiscal Federal abrió una investigación por actos graves de subversión violenta.
El niño, que nació en Ludwigshafen en 2004, estaba “fuertemente radicalizado”. Aparentemente fue instruido por un miembro desconocido de ISIS, informó Focus.