Una de las características definitorias de los Samsung Galaxy S8/Plus fue la llegada de Bixby, el asistente personal que teóricamente iba a plantear una competencia real a Google Now, Alexa, Siri o Cortana en este segmento.
Dicha plataforma, no obstante, no está evolucionando como se esperaba, y eso ha convertido el botón físico directo de los Galaxy S8, Galaxy S8 Plus y los nuevos Note 8 más en una molestia que en algo que aporte valor. Samsung permite ahora deshabilitar ese acceso, lo que plantea aún más dudas sobre el futuro de un asistente que tiene mucho camino que recorrer para igualar a sus competidores.
Hasta luego, Bixby
Para solucionar el problema Samsung ha publicado una nueva actualización que permite desactivar ese acceso directo, logrando así que si pulsamos ese botón para lanzar el asistente Bixby no ocurra nada.
Eso permite que la pulsación involuntaria de este botón (que está justo debajo del botón para bajar volumen) ya no perjudique la experiencia de usuario, algo de lo que se quejaban los propietarios de estos móviles.
Algunos incluso critican el hecho de que Samsung debería haber ido aún más allá con esta actualización: no basta con poder desactivar ese enlace a Bixby del botón físico, deberíamos poder reconfigurar el botón para otro tipo de funciones.
El incierto futuro de Bixby
Esa decisión de Samsung demuestra que el lanzamiento de Bixby fue prematuro y fallido, y podría afectar a otras líneas de producto como esos altavoces “inteligentes” que se rumorea que aparecerán a corto plazo.
En Samsung han tratado de lograr que Bixby cuajara: lo expandió a 200 países pero sin salir del inglés o el coreano como únicos idiomas soportados, lo integró con LinkedIn y comenzó a usarlo también en la familia Galaxy A, pero ha habido varios obstáculos en esa evolución.
La más importante, su aparente dificultad para aprender idiomas, algo clave para un buen reconocimiento de voz. Parece que el soporte del inglés no es lo óptimo que debería, algo que de hecho también provoca que otros idiomas como el español tarden más y más en estar soportados.
Todo ello complica el futuro de un asistente de voz que meses después de su lanzamiento no está recibiendo por ahora buenas críticas y que está sometido a un debate sobre su validez. Samsung probablemente apostó demasiado fuerte con una plataforma aún inmadura, y ese botón físico, que no parecía mala idea si uno lo pudiera asignar a otros asistentes, se convierte ahora en motivo de escarnio para una Samsung que hasta ahora llevaba un año con muchas buenas noticias.