Estados Unidos advirtió a sus nacionales de los riesgos “muy elevados” que corren en Afganistán tras el secuestro de una australiana y del intento de secuestro en Kabul de varios extranjeros, incluido un estadounidense. Katherine Jane Wilson, trabajadora australiana en una organización humanitaria con presencia en Afganistán desde hace tiempo, fue secuestrada el 28 de abril en Jalalabad, cerca de la frontera con Pakistán.
“La embajada estadounidense en Kabul recuerda a los ciudadanos estadounidenses que el riesgo de secuestro y de toma de rehenes sigue siendo muy elevado”, indicó la legación en un comunicado publicado el jueves por la noche.
La embajada agregó que el lunes pasado se intentó secuestrar a varios extranjeros, sin dar más detalles.
Las autoridades australianas señalaron que estaban trabajando en aras de la liberación de Wilson, pero insistieron en que Canberra tiene por política no pagar rescates. Wilson, sexagenaria, dirigía una organización llamada Zardozi, que promueve el trabajo de los artesanos afganos, principalmente mujeres.
El secuestro ha hecho crecer la preocupación de la comunidad de expatriados en Afganistán, donde el aumento de la violencia estos últimos años ha apuntado especialmente contra los trabajadores humanitarios.
El pasado abril, se encontraron los cuerpos acribillados por balas de cinco empleados afganos de la oenegé Save the Children, después de que hubieran sido raptados en la inestable provincia de Uruzgan (centro).