Los Warriors de Golden State se reencontraron con el camino del triunfo y lo hicieron para establecer otra nueva marca de equipo dentro de la NBA.
Mientras que los Cavaliers de Cleveland sufrían nueva derrota frustrante como locales que confirma la crisis de juego en la que atraviesan los actuales campeones de liga y que ha sido admitida y denunciada por su propia estrella, LeBron James.
El alero Kevin Durant anotó 16 de sus 33 puntos en el último cuarto y llevó a los Warriors a un triunfo de visitantes por 103-113 sobre los devaluados Hornets de Charlotte.
Los Warriors (39-7), con ocho victorias en los últimos 10 partidos, se afianzan en el primer lugar de la División Pacífico, y pudieron ampliar su racha de no perder partidos consecutivos en temporada regular a 132, imponiendo marca de la liga.
Los Hornets (23-23) perdieron por segundo partido consecutivo, por séptima ocasión en los últimos 10 disputados y se mantienen en el tercer lugar de la División Sureste.
El ala-pívot Demarcus Cousins se acercó al triple-doble al conseguir 28 puntos, 15 rebotes y nueve asistencias en el triunfo de los visitantes Kings de Sacramento, que vencieron 112-116 en el tiempo de prórroga a los líderes Cavaliers, que perdieron el tercer partido consecutivo y el sexto en los últimos ocho disputados.
James, que aportó otro triple doble consecutivo, esta vez de 24 puntos, 13 rebotes y 11 asistencias, reiteró que el equipo estaba jugando mal, que tenía que reaccionar y que dentro de la plantilla se necesitaban refuerzos.
Antes de la derrota sufrida frente a los Kings, James se había reunido con el gerente general de los Cavaliers, David Griffin, para discutir la urgencia por parte de la organización de reforzar la plantilla.