OAKLAND. Todas las miradas estaban puestas en la pista del Oracle Arena, de Oakland, donde la pasada noche se inició la pretemporada de la NBA con el duelo entre el equipo local de los Warriors de Golden State y los Nuggets de Denver.
No tanto por el debut de los actuales campeones de la NBA, los Warriors, sino por ver que era lo que iban hacer a la hora de la interpretación del himno nacional, después que, con su base estrella Stephen Curry, habían liderado el apoyo del baloncesto profesional a los jugadores de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) que se han arrodillado en protesta por la injusticia social y el racismo.
La acción generó que el presidente estadounidense Donald Trump los insultase, acusase de faltar al respeto a todo un país y a la bandera, y pidiese a los dueños –a los que acusó también de tenerle miedo a los jugadores– que despidiese a los que se arrodillasen.
Además de cancelar la invitación que les había hecho a los Warriors a que visitasen la Casa Blanca como actuales campeones de la NBA, después de conocer las críticas de Curry y el haber dicho que votaría en contra de que el equipo la aceptase.
Trump, a través de Twitter, personalmente, notificó a Curry y a los Warriors que les retiraba la invitación oficial a la Casa Blanca.
De inmediato la NBA tomó cartas en el asunto y durante esta semana, antes que comenzase la pretemporada, concretamente el viernes, a través del subcomisionado, Mark Tatum, mando a todos los equipos un memorándum interno en el que se les “recordaba” las pautas que cada jugador, entrenador y personal técnico “debe cumplir” durante el himno, si no quiere se sancionado.
De ahí, el interés que existía sobre como iban a reaccionar los Warriors en su primer partido de pretemporada, y lo que sucedió no fue más que “normalidad” con todos los jugadores de pie, al igual que lo de los Nuggets, que aparecieron agarrados de los brazos.
Al concluir el partido, que los Warriors perdieron por 102-108, los jugadores de los campeones de la NBA, fueron unánimes al destacar que no era necesario protestar durante la entonación del himno nacional porque su posición es ya de sobra conocida y están convencidos que sus voces y sus propuestas son escuchadas.
Pero además también admitieron que existe la regla de lo que tiene establecido la NBA de como se deben comportar durante el himno nacional y se debía cumplir como se hacen con el resto de las que están establecidas.
El ala-pívot Draymond Green señaló que dentro del equipo no se discutió sobre si era necesario hacer una protesta pacífica durante el himno nacional era lo correcto que se tenía que hacer porque ya habían expresado lo que “debíamos decir” en cuanto a los actos y la retórica de Trump, además de haberse posicionado con claridad.
También recordaron que el mariscal de campo Colin Kaepernick, que fue el que hace un año inició las protestas al arrodillarse durante el himno nacional, lo hizo a título personal y en la competición de la NFL que no tiene establecida ninguna regla escrita específica de como comportarse durante la interpretación del himno nacional.
Todo lo contrario de lo que sucede en la NBA, en la Federación de Fútbol de Estados Unidos y en la Liga Profesional (MLS), que si las tienen establecidas.
Aunque la NFL anima a sus jugadores a respetar el himno, no es un mandato escrito.
Por su parte, el entrenador de los Warriors, Steve Kerr, reiteró que lo que los jugadores decidieran hacer cuando se tratara de métodos de protesta, la organización los habría apoyado, pero insistió también que todos los jugadores habían dejado muy clara su posición ante los asuntos que preocupan a la sociedad, y estaba muy “orgulloso” del trabajo que realizan dentro de la comunidad.