Los Warriors de Golden State, con el base Stephen Curry como líder encestador, dieron otra lección de baloncesto y reivindicaron su condición de campeones defensores de la NBA al consolidarse con la mejor marca de la liga.
Curry explotó con su juego ofensivo al anotar 45 puntos en solo tres cuartos y lideró a los Warriors al triunfo a domicilio por 105-121 frente a los diezmados Ángeles Clippers, que también perdieron por conmoción cerebral ala-pívot Blake Griffin.