Un sonriente Vladimir Guerrero de forma improvisada expresó su gratitud sobre su exaltación al Salón de la Fama de las Grandes Ligas en Cooperstown en Nueva York.
Sin ningún discurso pomposo, con la misma sencillez que exhibió a lo largo de su carrera, Guerrero se convirtió en el primer jugador de posición en ser exaltado a la inmortalidad, uniéndose a los exlanzadores Juan Marichal y Pedro Martínez.
“Le doy gracias a Dios a mi mamá, mi papá y mi familia”, dijo Guerrero, quien es el más joven dentro de los nuevos inquilinos que ingresar a Cooperstown.
“Gracias a Canadá, a Montreal, me dio la oportunidad de jugar y a mi primer manager Felipe Rojas Alou. Yo sé que no hablo mucho, me siento contento, que me metieron en el Salón de la Fama. Salí de un pueblo pequeño de Don Gregorio, Nizao de Baní de Republica Dominicana, me siento contento por que es el Día de Padre en República Dominicana“, concluyó.