TEGUCIGALPA. La violencia asomó hoy en varias ciudades de Honduras con protestas de la oposición contra un “fraude” para quitarle el triunfo a su candidato presidencial, Salvador Nasralla, en los comicios del domingo, de los que también se autoproclamó vencedor el presidente y aspirante a reelección, Juan Orlando Hernández.
Las protestas han surgido cuando este jueves se espera que el ganador de los comicios en la fórmula para presidente sea anunciado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), duramente criticado por la lentitud en el escrutinio en un proceso electoral que se ha revelado muy reñido y que ha puesto al país al borde una crisis.
En Tegucigalpa, una protesta de varias horas se registró esta madrugada frente al local donde están depositadas las urnas de las elecciones del domingo, que fue disuelta por policías y militares y dejó varios heridos e intoxicados por gases lacrimógenos.
Los manifestantes se distanciaron a unos pocos metros del lugar, pero continúan reclamando que se respete el triunfo de Nasralla y que salga del poder el presidente Hernández.
“Yo vengo de San Pedro Sula (norte) a defender el triunfo de Salvador Nasralla. Pueblo, únete, no permitamos otro atropello”, dijo a periodistas una manifestante en la protesta.
Algunos provistos de palos, piedras y portando pancartas y banderas de Honduras, de la Alianza de Oposición y del partido Libertad y Refundación (Libre), también advierten que no reconocerán los resultados del TSE porque el organismo está montando un fraude para dar la victoria a Hernández, como ha denuncia el propio Nasralla.
La manifestación se registró después de que Nasralla anunció anoche que se retiraba de un acuerdo que había firmado horas antes con la Organización de Estados Americanos (OEA) porque le habían hecho una trampa y le quieren “robar” el triunfo de las elecciones.
Su denuncia se produjo después de que la página web del TSE dejó de subir información preliminar sobre los resultados, justo cuando recién Hernández aventajaba, por primera vez y por menos de medio punto, a Nasralla.
El magistrado presidente del TSE, David Matamoros, atribuyó la interrupción a una caída del sistema, negó alguna alteración de resultados, y aseveró que se estaba resolviendo el problema técnico.
Hacia las 10:30 hora local (16:30 GMT) de este jueves la página web del TSE le daba la ventaja a Hernández con el 42,54 % de los votos frente el 41,69 % de Salvador Nasralla, con el 89,16 % de las mesas procesadas (16.163).
Este jueves dirigentes de la Alianza de Oposición, cuyo coordinador es el derrocado expresidente hondureño Manuel Zelaya, han comparecido en canales de televisión y radio para reiterar que el ganador de las elecciones es Nasralla y que lo pueden demostrar con las actas electorales que tienen de los comicios.
También han comparecido dirigentes del gobernante Partido Nacional, como su presidente, Reinaldo Sánchez, reiterando que el triunfo ha sido de Hernández, pero que esperan y respetarán los resultados del TSE, como también se comprometieron con la OEA.
Sánchez enfatizó que el documento ante la OEA firmado el miércoles por Hernández “va en la misma dirección” de lo que el Partido Nacional quiere, “mantenernos a la espera de los resultados hasta que se pueda tabular la ultima acta, y a esperarlos en paz y tranquilidad”.
La Alianza de Oposición ha hecho un nuevo llamado a sus bases para que se movilicen no sólo en Tegucigalpa, sino también en otras ciudades del país, lo que ya ocurrió en la zona norte con algunas manifestaciones que fueron disueltas por policías.
En el puente La Democracia, de El Progreso, sobre una autopista que comunica con varias otras ciudades del norte y el Caribe, las fuerzas del orden retiraron con gases a los manifestantes.
Algo similar ocurrió en La Ceiba, Caribe, y se anuncian más protestas en la norteña San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante del país, y Siguatepeque, centro, entre otras.
Los múltiples llamamientos de la comunidad internacional, iglesias católica y evangélica, la empresa privada, cooperativistas y otros sectores a guardar la calma, quedaron solamente en eso.
Las manifestaciones han revivido la crisis política que vivió Honduras tras el golpe de Estado de 2009 al entonces presidente, Manuel Zelaya.