A las 10:30 de la noche del jueves Carlos Silver lo logró. Culminó una carrera contra el tiempo de más de cuatro días y nueve horas, en la que se propuso cantar ininterrumpidamente, más allá de un silbido largo, para figurar en el libro de récord Guinness.
Rompió el récord que ostentaba el hindú Sunil Waghmare. Cuando rayaron las diez y treinta de la noche el artista interpretaba la canción “A mi manera”. Una ensordecedora ovación y el estallido luminoso de fuegos artificiales que relumbró entre chillidos y lágrimas, encontró a un Carlos Silver que besó varias veces la bandera dominicana que llevaba sobre el cuello.
“Humildemente un dominicano ostenta de todos los seres humanos del mundo el récord de ser la persona de haber durado más tiempo cantando, de toda la humanidad. Ese récord a República Dominicana le pertenece ahora. Siéntanse orgulloso. Para mí ha sido un honor ser un instrumento para que lo logren”, expresó Silver ante la eufórica multitud.
También agradeció al productor Alberto Zayas, a los patrocinadores y a quienes lo apoyaron, en especial a los que estaban presentes o lo siguieron por televisión, a través de Telesistema, que marcó un hito en la historia de la televisión dominicana al convertirse en el canal que más horas ha transmitido en vivo un acontecimiento fuera de los estudios.
“Si pudiera hacerlo, fuera a la casa de cada uno de ustedes para besarlos y abrazarlos, porque sin su apoyo esto no hubiese sido posible”, manifestó Silver.
Luego de lograr la hazaña, cuyos registros documentados deben ser ratificados por Guinness, Silver dijo que continuaría cantando hasta las doce de la noche. Media hora antes prefirió dar por concluido su reto y anunció que se iba al hospital a hidratarse.
Carlos Silver sería llevado a la clínica Cruz Jiminián, donde profundizarían las observaciones a su condición de salud, luego de casi cinco días de sacrificio, que culminó en gloria.
Tras cumplir la meta, sus familiares y cercanos no pudieron contenerse y entraron a la cabina para fundirse en un abrazo. Su madre, sus hijos, la espos y otros parientes conjugaron amor para poner el punto más emotivo de la jornada ante la algarabía de los cientos de personas que abarraton la plaza Sambil y de miles que seguían la transmisión por el canal 11.