La vicepresidenta de la República deploró ayer el asesinato de la joven Miguelina Altagracia Martínez Morel, muerta de varias cuchilladas el domingo, por su exmarido Jonathan Minaya Torres, definiendo ese hecho como “muy deprimente para toda la sociedad”.
Margarita Cedeño de Fernández visitó a los cuatro hijos y los padres de la fenecida, quienes residen en la calle Juan Isidro Pérez, del barrio Pueblo Nuevo, a quienes les expresó su pesar por el suceso y prometió que dará seguimiento al caso y propiciará la ayuda necesaria para los familiares de Miguelina.
La vicepresidenta de la nación aprovechó la ocasión para entregar juguetes a los cuatro infantes y, al conversar con los padres de la occisa, Manuel Martínez y Damaris Morel Montesino, prometió que propiciará terapias psicológicas para los niños y ayuda alimenticia mensual para ellos por el tiempo que sea necesario.
Cedeño de Fernández estuvo acompañada de la magistrada Rosanna Reyes, procuradora general para asuntos de la mujer y de la gobernadora de esta provincia, Aura Toribio.
Después de su estadía en la casa de los parientes de Martínez Morel, la vicepresidenta se trasladó al Palacio de Justicia de aquí, donde se reunió por alrededor de una hora con la procuradora fiscal, Luisa Liranzo, de quien recibió detalles sobre el proceso legal que se le sigue al victimario.
Cedeño de Fernández indicó que desde la vicepresidencia de la República pondrá todo su empeño en que los cuatro niños se recuperen cuanto antes del impacto que les ha provocado la muerte de su madre.
Sostuvo que la sociedad dominicana y todos sus estamentos deben trabajar con todas las políticas públicas que se necesiten “para que casos como el de Miguelina vayan disminuyendo hasta que eventualmente desaparezcan”.