El Gobierno de Nicolás Maduro evalúa responder al desalojo de los activistas que “protegían” la Embajada de Venezuela en Washington con el principio de reciprocidad, anunció este jueves el canciller venezolano, Jorge Arreaza, tras rechazar la acción ejecutada por las autoridades de EE.UU.
“El Gobierno de Venezuela se reserva y evalúa respuestas en el marco del derecho internacional, amparadas en el reconocido principio de reciprocidad”, dijo Arreaza en Twitter tras señalar que el edificio de la embajada en Washington amaneció “tomado e invadido por un despliegue policial sin precedentes”.
Las autoridades de Estados Unidos sacaron este jueves detenidos a los últimos cuatro activistas partidarios del presidente Maduro que quedaban en la sede diplomática en Washington, informó la abogada del grupo Code Pink, Mara Verheyden-Hilliard.
Los activistas tomaron la legación hace semanas para evitar que los enviados del líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por EE.UU. y medio centenar de países más, se hicieran con el control de la embajada tras la marcha de los diplomáticos de Maduro.
Desde entonces, la sede diplomática se convirtió en símbolo de poder entre Guaidó y Maduro, quien la noche del miércoles denunció una violación por parte del Gobierno de EE.UU. a la embajada luego de que el lunes intentaran sacar a los activistas que la ocupaban.
Arreaza ha señalado que el Gobierno estadounidense incumplió “sus obligaciones de la Convención de Viena” y que violó los derechos humanos de los activistas que “protegían” la embajada con la autorización de la Administración de Maduro.
Agregó que la acción tomada es una “reacción con soberbia” a la rueda de prensa que ofreció el miércoles el embajador de Venezuela ante la ONU, Samuel Moncada, quien propuso, sin conseguir éxito, que un tercer país protegiera la sede diplomática.
Los cuatro activistas que quedaron ocupando la embajada luego del intento de desalojo del lunes pasado, fueron detenidos por agentes especiales del Servicio de Seguridad Diplomática del Departamento de Estado con la asistencia del Servicio Secreto de EE.UU., que se encarga de la protección de las legaciones diplomáticas extranjeras.
“Hemos ejecutado órdenes de detención federales contra las personas que estaban dentro de la embajada de Venezuela”, dijo a Efe uno de los portavoces del Servicio Secreto, Mason Brayman.
La directora nacional de Code Pink, Ariel Gold, argumentó en declaraciones a Efe que la detención de los últimos activistas supone una agresión a la Convención de Viena sobre disputas diplomáticas.
Gold lamentó que ahora sea posible que el “ilegítimo” enviado a EE.UU. de Guaidó, Carlos Vecchio, tome el control de la embajada venezolana en Washington.
Después de que los vehículos policiales salieran del recinto diplomático, los partidarios de Guaidó se abrazaron y rezaron un Padre Nuestro para agradecer a Dios y a las autoridades estadounidenses el desalojo de la embajada.
Vecchio subrayó en Twitter: “Gracias al Gobierno de los EE.UU., el Departamento de Estado y cuerpos de seguridad por su apoyo por hacer cumplir las leyes y tratados internacionales. Cesó la usurpación. Seguimos avanzando”.