SANTO DOMINGO: Cuando en abril de 2020 iniciaba el recrudecimiento de infectados y fallecimientos en la República Dominicana, la alcaldía de Santiago de los Caballeros adoptó una inusual decisión para evitar la aglomeración de personas.
Dispuso que las unidades del Cuerpo de Bomberos circularan por toda la ciudad advirtiendo que si los ciudadanos no respetaban las normas de distanciamiento, serían separados con chorros de agua.
Eso bastó para disuadir los que acudían en filas a realizar determinadas actividades en bancos, supermercados, farmacias.
Desde entonces, el nivel de contaminación por el covid-19 ha ido disminuyendo, contrario a lo que ocurre en el denominado Gran Santo Domingo, donde cada vez se registra mayor cantidad de contagiados, fallecidos e internados en las Unidades de Cuidados Intensivos de hospitales y clínicas.
Mientras la situación se deteriora, el presidente Luis Abinader afirma que se están tomando las medidas del lugar, “pero volver a restricciones es muy difícil, sería muy difícil”.
Según las mismas autoridades, la provincia Santo Domingo, el Distrito Nacional y San Cristóbal son actualmente los conglomerados donde se observan repuntes de contagios y, por lo tanto, ser la prioridad sanitaria.
Sin importar la hora, lugar ni circunstancias se detectan agrupamientos imprudentes, bomberos, policías, militares y otros organismos, deben acudir sin aviso previo y lanzarles agua desde una distancia prudente.
De esta forma, se salvan vidas, lesionados con macanas, balines y apresamientos, además de evitar el enfrentamiento corporal de las autoridades con los infractores.
Simplemente asumiendo el método empleado en Santiago, se controlará a las personas que se reúnen en busca de divertirse, luego de pasar meses en encierro por la pandemia.
La medida disuasiva de lanzar agua serviría además para que los organizadores de este tipo de actividad lo piensen dos veces antes lanzarse a realizarla, por las pérdidas a las que se exponen, por violar las normas establecidas por los organismos internacionales de Salud.
Este método de disuasión puede desarrollarse a través aplicarlo de manera conjunta de las gobernaciones provinciales y las alcaldías.
Estos organismos son los responsables de hacer cumplir las disposiciones tendentes a bajar la incidencia del coronavirus en sus respectivas jurisdicciones.
El operativo de Santiago
Según las reseñas periodísticas, cuando se observó la cercanía de las personas que procuraban entrar a las sucursales bancarias, supermercados o las plazas, los bomberos hacían una advertencia y si la ignoraban “realidad le llegaba por sorpresa”.
Durante dos días los camiones de los bomberos de Santiago estuvieron dispersando con agua a los ciudadanos que no observaran el distanciamiento social por el coronavirus, sin prestar atención al hecho de unos estuvieran o no de acuerdo con la media.