Familiares y amigos de Luis Eduardo Terrero, el hombre que asesinó de 80 puñaladas a su novia boricua que estaba embarazada, dicen estar sorprendidos por tratarse de un joven trabajador y honesto.
De acuerdo a versiones recogidas, la relación de Luis Eduardo con su pareja, la joven de origen puertorriqueño, era conocida por todos. Especialmente por los constantes viajes que, supuestamente eran costeados por Terrero.
Aclarando que aunque no justifican el lamentable hecho, el joven fue víctima de burlas y engaños.
Lo que aún mantiene a sus familiares y vecinos en estado de shock.
Angerilis Marrero Garcia de 27 años fue asesinada por su pareja luego de informarle que llevaba cuatro semanas de embarazo, lo que, según su abogado, detonó la ira del novio, por dudar ser el padre de la criatura.
Según declaraciones del abogado Santos Cubilete, el despiadado asesino de Angerilis Marrero García dijo habría cometido el hecho por tener dudas sobre la paternidad del embarazo que presentaba su novia a la hora del hecho.
Terrero Gómez, oriundo del sector La Caña del Almirante, Santo Domingo Este, trabajaba en una empresa distribuidora de gas propano y había contraído deudas para satisfacer las exigencias de su pareja.
El litigante indicó además que su defendido habría recurrido a deudas de miles de pesos para traer a su pareja y esta lo amenazó con parar el proceso de residencia norteamericana que tenía. Aseguró que el presunto victimario tiene deudas de alrededor RD$1 millón.
Su personalidad es tan dantesca que después de matar a Angerilis llamó al colmado y pidió seis velones de distintos colores.
La pareja eran vistos como “una pareja feliz” confirman los vecinos, en contraste con lo marrado por la familia de la occisa que tras cometer el homicidio la llamó para mostrarle el cadáver ensangrentado a sus familiares a través de una videollamada.
A Luis Eduardo Terrero Gómez le fue dictada una medida de coerción de tres meses de prisión preventiva, la cual cumplirá en una prisión de San Pedro de Macorís, y será juzgado por homicidio, en violación a los artículos 295 y 304 del Código Penal Dominicano.
Por Dangero Read