Microsoft acaba de publicar la compilación 14971 de Windows 10, y en esta última edición del sistema operativo de escritorio ha hecho un cambio significativo para algunos usuarios: la tradicional consola de comandos, el ‘Command Prompt’ que era el último vestigio de aquellos sistemas MS-DOS originales, pierde protagonismo a marchas forzadas.
Lo hace en favor de Windows PowerShell, una herramienta mucho más potente y que justo estos días lleva 10 años disponible aunque estaba más orientada a ser usada por administradores de sistemas y usuarios avanzados. Seguimos teniendo acceso al ‘Símbolo de sistema’, pero esta medida hace evidente que su papel en el sistema operativo es cada vez menos relevante.
La vieja consola sigue estando disponible
Cuando pulsábamos la combinación de teclas Win+X aparecía un menú contextual desde la esquina inferior izquierda del escritorio en la que aparecían accesos a varias opciones rápidas de configuración. Una de esas opciones era precisamente el acceso al ‘Símbolo de sistema’ o ‘Command Prompt’, pero eso ha cambiado en esta última compilación.
En lugar de eso tendremos acceso a Windows PowerShell tanto en modo usuario “estándar” como en modo administrador. La consola tradicional sigue estando presente y podremos lanzarla en todo momento. Por ejemplo, pulsando la tecla Windows una vez, escribiendo “cmd” y pulsando Enter.
Aún así, aquellos que prefieran que ese menú contextual con Win+X recupere el comportamiento anterior, pueden hacerlo desde el menú de Configuración->Personalización->Barra de tareas, para luego desactivar la opción referente a este parámetro.