Reitera diputados no votarán; demanda sanear finanzas públicas
El Partido Revolucionario Dominicano, PRD, advirtió este miércoles en la tarde su oposición a la propuesta de reforma fiscal, en los términos planteados por el Gobierno, propuso como alternativa abrir un espacio para concertar una reforma fiscal integral y progresiva a ser aprobada en un Acuerdo Nacional entre el gobierno, la sociedad civil y los partidos.
Los planteamientos fueron hechos por Miguel Vargas, presidente del PRD, quien aseguró que la propuesta del gobierno crearía impuestos por más 50 mil millones de pesos que encarecerán los bienes y servicios básicos y agravarán las condiciones de vida de los pobres, de la clase media y afectarán la competitividad del sector productivo nacional.
“Por todas estas razones”, sintetizó Vargas al final en su exposición “El PRD ante la Reforma Fiscal”, de unos 13 minutos, “el PRD ha decidido no apoyar esta reforma como está planteada, y en consecuencia nuestro bloque de diputados se opondrá a su aprobación en el Congreso Nacional”.
Relató que los déficits que se vienen produciendo de manera reiterada desde 2008, han llevado al país a un círculo vicioso que va de la creación de impuestos a nuevos déficits y de los nuevos déficits a nuevos impuestos, a pesar de que los ingresos del gobierno han crecido año tras año.
“En los últimos 5 años”, citó, “las finanzas públicas reflejan un déficit acumulado de más de 350 mil millones de pesos, estimándose que sólo en este año el déficit fiscal podría cerrar en 187 mil millones”.
Vargas relacionó que de 2004 a 2011 el gobierno incrementó la deuda externa de 9 mil 500 millones a 26 mil millones de dólares, elevándola casi en un 300 por ciento. “En ese mismo período”, hizo varias reformas impositivas que disminuyeron significativamente el poder adquisitivo de nuestra gente, especialmente de los más pobres y la clase media, y lesionaron la competitividad del sector productivo nacional”, acotó.
El presidente del PRD analizó que la magnitud y la persistencia de los déficits desbordados evidencian un nivel de despilfarro que ha enfermado las finanzas públicas, debido a lo cual en su Informe Anual de Competitividad Global 2012-2013 el Foro Económico Mundial estableció que por segundo año consecutivo República Dominicana es el país con mayor nivel de despilfarro del gasto público en todo el mundo.
“Sería una irresponsabilidad de parte de quienes tenemos el deber de velar por los intereses del pueblo dominicano”, expresó Vargas, “no condenar tal despilfarro, cuando cerca de la mitad de la gente no disfruta de las tres comidas que debe consumir un ser humano para nutrirse adecuadamente, que no ha resuelto ni uno solo de sus problemas estructurales, y no acaba de ser enrumbado hacia un modelo de desarrollo sostenible”.
Sostuvo que el endeudamiento no es malo en sí mismo, que una sociedad productiva usa el financiamiento como recurso para iniciar o mejorar negocios, y un país lo emplea para invertir en su desarrollo. “La deuda no es conveniente cuando se usa para el gasto corriente, se desvía al clientelismo político, se contrae sin asegurar las previsiones para honrarla, y cuando se contrata y se deja la carga para generaciones futuras que no tienen como contrapartida inversiones de largo plazo”, estableció.
Subrayó entonces que antes de hablar de reforma fiscal el gobierno debe adoptar medidas contundentes en la estructura y calidad del gasto público, ya que las dispuestas hasta ahora por el presidente Medina no son suficientes para conjurar un déficit tan dramático.
Controlar el dispendio, Responsabilidad Fiscal
El PRD enumeró que para atacar con seriedad el déficit público hay que anular instituciones estatales que no cumplan una función indispensable, cortar las nóminas y nominillas políticas ocultas, eliminar los puestos en exceso en consulados y embajadas, suprimir viáticos y gratificaciones innecesarios, revisar los sueldos, pensiones y jubilaciones abusivas, y limitar los gastos en propaganda y publicidad
Propuso además que las instituciones del Estado cumplan las normativas que transparentan la contratación de bienes y servicios del Estado, poniendo bajo un claro seguimiento los flujos del gasto público.
“En este sentido”, puntualizó Vargas, “el PRD demanda que junto al Presupuesto del 2013 el Congreso Nacional apruebe el Proyecto de Ley de Responsabilidad Fiscal, concebido como parte de la Estrategia Nacional de Desarrollo, que establece los parámetros de déficits permitidos, contemplando castigo pecuniario y penal para quienes violen sus límites, sin una justificación válida”.
Dijo que los defensores de la reforma fiscal dicen que con respecto a otros países la presión tributaria del nuestro es aún baja, pero se trata de un cálculo que no pondera el hecho de que en esos países el poder adquisitivo de la gente es mucho mayor.
“Un cálculo que olvida, además”, agregó, “que en el caso dominicano la educación de calidad, los servicios de salud, energía, agua potable y seguridad ciudadana, entre otros, han pasado a ser sustanciales cargas que deben pagar los ciudadanos como tributos adicionales, debido a las graves deficiencias con que opera el Estado”.
Consideró que las reducciones y modificaciones introducidas al proyecto original y presentado finalmente al Congreso Nacional por el presidente Medina, dejaron intactas las medidas que pondrán a la clase media y a los pobres a pagar los platos rotos por la mala gestión de las finanzas públicas.
Castigo a la canasta familiar
Los productos lácteos (quesos, leche mantequilla), los azucares, el café, aceites de cocinar y otros productos de la canasta básica que consume la clase media y el pueblo comenzarán a pagar un ITBIS progresivo anual de 8%, 11%, 13% y 16%, a partir del próximo año, advirtió.
Entiende que en ese aspecto la reforma será especialmente dura, ya que por un lado amplía la base del ITBIS, gravando productos sensibles de la canasta básica que antes estaban exentos, y por el otro incrementa el impuesto de 16% al 18%.
El pago del 1% sobre el valor del vehículo para la renovación anual de la placa equivale a multiplicar hasta por cinco lo que se paga en la actualidad, y aumento del impuesto selectivo al consumo de los combustibles, de 13% a 16% y el pago adicional de RD$2.0 por cada galón de gasolina y de gasoil recaerá sobre la clase media, sostuvo.
Un nuevo impuesto a los combustibles indudablemente tendrá un efecto multiplicador que afectará negativamente la estructura de costos de todas las actividades económicas. Por su efecto inflacionario, es previsible un deterioro en la calidad de vida del pueblo dominicano y un incremento generalizado en los precios de todos los productos de la canasta básica que consume nuestro pueblo.
Dijo que en otro orden la aplicación de un impuesto selectivo al consumo de diez por ciento a las bebidas envasadas, edulcoradas y aromatizadas, junto a un probable aumento de la cuota mensual del pago de los colegios, encarecerá aún más el costo de la educación para los hijos de la clase media.
Otra carga será el impuesto de RD$12,000 anual que se le cobrará a los micro y pequeños negocios de expendio de alimentos procesados y salones de belleza, centros de servicios de fotocopias, Internet y reparaciones de electrodomésticos encarecerá los costos de estos bienes y servicios, que según dijo tendrá como primeros afectados a los ciudadanos de los barrios más pobres de toda la geografía nacional.
En su inventario de los golpes que asestará la reforma fiscal a los consumidores, Vargas agregó a los usuarios de los servicios de telecomunicaciones en República Dominicana que pagan impuestos ascendentes a un 28%, mientras el promedio de América Latina ronda el 17%, resultado que elevar de 28 a 30 por ciento los impuestos a las telecomunicaciones ampliará la brecha digital del país, afectará el avance educativo y cultural y afectará la posibilidad de incorporar al país a la Era del Conocimiento.
“Si a toda esa carga de impuestos se le agrega un eventual incremento de la tarifa eléctrica, sabremos que al pueblo dominicano le espera una situación muy difícil, debido a un dispendio con el que nada tuvo que ver”, recapituló.