PUERTO PLATA. – La Universidad Tecnológica de Santiago, recinto UTESA-Puerto Plata, graduó a 210 nuevos profesionales en distintas áreas del saber, quienes adquirieron las competencias académicas para influir en el crecimiento sustentable de la sociedad.
Durante una solemne ceremonia, la cual fue bendecida por el obispo de la diócesis puertoplateña, monseñor Julio César Corniel Amaro, los graduandos recibieron los títulos tras culminar sus carreras.
El acto se inició con el tradicional desfile de las autoridades municipales, y luego con la entonación de himnos Nacional y de UTESA, respectivamente.
A seguida la Magnífica Rectora del recinto UTESA-Puerto Plata, licenciada Sol Graveley de Mena, M. A., quien resaltó que se entregan jóvenes con una formación íntegra y preparados para incidir en los cambios que requiere la sociedad.
Licenciado Héctor Emilio Jerez Castillo, M. A., quien es el vicerrector académico, presentó los graduandos a la rectora e inmediatamente se procedió a la mención y entrega de los títulos.
Posterior a la conclusión del otorgamiento de los certificados, la rectora tomó al juramento a los 210 nuevos profesionales y con el cambio de borlas de los graduandos quedaron graduados.
A continuación la licenciada Cadmiel Álvarez Pichardo, de la Carrera de Educación, Mención Letras Modernas, pronunció las palabras de gracias, debido que obtuvo el mayor rendimiento académico de la promoción.
Álvarez Pichardo estableció que ella y sus compañeros agradecen a Dios, familias y amigos, así como a ejecutivos y profesores utesianos porque jugaron papeles protagónicos para hacer posible la realidad de adquirir un título universitario.
“Vamos a las calles con una visión de cambios y con el compromiso de trabajar por la construcción de una mejor sociedad”, proclamó la joven que alcanzó los máximos honores en las aulas universitarias.
Rectora resalta formación de profesionales críticos y creativos
Señores y señoras:
Para nuestra alta casa de estudios hoy es un día muy especial y de mucha trascendencia pues celebramos con gran orgullo nuestra vigesimoséptima graduación ordinaria, donde entregamos a la sociedad dominicana, 210 nuevos profesionales en diferentes áreas del saber.
Esta es una graduación fruto de la preocupación de la Junta del Senado, estamento superior de nuestra institución, quienes decidieron que en los recintos se realizaran 3 graduaciones anuales, esto para dar respuesta a las inquietudes y necesidades de los estudiantes que terminaban sus estudios y debían esperar hasta un año para realizar su graduación y que en muchas ocasiones se les presentaban oportunidades para desarrollarse a nivel profesional. Siendo esta graduación la primera del año. Esto representa un reto, reto que asumimos con compromiso, dedicación y responsabilidad.
UTESA Recinto Puerto Plata, hoy se viste de gala. Recinto que representa para todos nosotros un verdadero hogar porque nos hace sentir que somos una verdadera familia. Ha sido y seguirá siendo una escuela de vida, donde nos hemos formado como profesionales en distintas carreras y en distintos grados, pero con un mismo sentimiento, congregándonos bajo el nombre de UTESIANOS.
Una familia no sólo se compone de lazos sanguíneos o apellidos, no, una familia es mucho más que eso, y como familia no estamos ajenos a mal entendidos, a trifulcas y a diferentes ideas de como deben ser o hacerse las cosas, pero, así mismo como familia, al final, todas las situaciones pasan y los lazos permanecen, perdonamos, reconocemos si fallamos y seguimos hacia adelante.
Felicidades graduandos, no solo por culminar su Plan de Estudios, sino por su determinación, por llegar a una meta que muchos se plantean y que otros toman la decisión de abandonar a mitad del camino.
Un camino jamás se recorre solo, siempre hay personas que lo recorrerán junto con ustedes, y compartirán sus sueños, como son aquellos que el primer día fueron desconocidos y que hoy son más que amigos, son colegas, los cuales les empujaron a continuar.
Felicitamos a sus padres, abuelos, hermanos y tíos, pues son siempre ellos, que, desde la calidez del hogar, les facilitaron de una forma u otra, el ustedes poder estar aquí. Ellos hoy también sienten que han culminado uno de sus mayores retos.
Agradecemos al Sr. Canciller, Dr. Príamo Rodríguez Castillo, quien, con su seguimiento y valiosa asesoría, permite a nuestro Recinto seguir posicionándose en nuestra provincia.
Felicitamos y agradecemos infinitamente a todo el personal administrativo, a cada director y coordinador y a cada uno de los docentes, que, con sus diferentes personalidades y métodos de enseñanzas, les llevaron de la mano a través de este camino, ejerciendo, una de las tareas más nobles que existen, formar para ejercer una profesión. ¡Formar para la vida!
Como institución académica nos urge formar profesionales críticos, creativos, preparados para la toma de decisiones; participativos y con una gran comprensión del hombre y la sociedad.
La Universidad tiene el compromiso de relacionar los saberes profesionales propios de cada campo formativo con las realidades sociales, económicas y culturales que le dan contexto y sentido humano a cada profesión.
Nuestro país necesita profesionales con una nueva conciencia ética.
La ética es un tipo de saber orientador que conduce a forjar un buen carácter, el cual, según Adela Cortina, en su libro el Quehacer Ético, es: “Un carácter que permite enfrentar la vida con altura humana… porque se puede ser un habilísimo político, un sagaz empresario, un profesional avezado, un rotundo triunfador en la vida social, y a la vez una persona humanamente impresentable”
La ética señala la actuación correcta que nos hace mejores personas, y en el caso concreto de la ética profesional, es la búsqueda de la excelencia en el servicio que brinda a la sociedad una persona.
Les invito a leer “La Ética a Nicómaco”, de Aristóteles, que es uno de los primeros tratados conservados sobre ética. El filósofo empieza su obra definiendo lo esencial de la ética: El bien. Recoge las opiniones hasta entonces dichas, que lo relacionan con la felicidad, pues es la felicidad “lo que todos buscan”.
Aristóteles nos dice que mientras que la virtud intelectual necesita enseñanza, experiencia y tiempo; la virtud del carácter, la ética, surge como consecuencia de seguir los hábitos correctos. El potencial de esta virtud está por naturaleza en todos los seres humanos.
Ética es tener moral, ser responsables, inteligentes en nuestro accionar, prudentes y humanos.
La ética profesional no es un tema de segundo orden, menos en una sociedad, donde la injusticia social, la corrupción y el descrédito, se han convertido en una costumbre.
El ejercicio de una profesión está regido, principalmente por una Ley y un Código de Ética, ustedes formarán partes de asociaciones, colegios; gremios en donde conocerán estatutos especiales y distintas ordenanzas, que fomentarán y regirán el ejercicio de la profesión de la que hoy se gradúan.
Podemos considerarnos personas hipotéticamente éticas, pero la formación del carácter profesional toma sentido pleno en ámbitos socialmente existentes, lo cual contribuye al desarrollo de la profesionalidad moral. Es el accionar que los clasificará como personas con ética o no.
Se que esas decisiones no serán fáciles, pues “No es cuestionable ni perverso ganar dinero; éste es uno de los fines primordiales de toda profesión”. Lo perverso es olvidar el bien y la utilidad que los profesionales deben proporcionar a la sociedad.
Es su responsabilidad, en cualquier lugar en que se encuentren, utilizar apropiadamente los recursos naturales, económicos y sociales que administren. Es su responsabilidad pensar en quienes se verán afectados con su accionar, antes de actuar.
Les digo sin temor a equivocarme que ustedes tendrán un poder y un impacto inmenso en nuestra sociedad: Con cada palabra que digan o que callen, con cada basura que tiren al zafacón o a la calle, con cada animal que alimenten o maltraten, con cada peso que ganen o dejen de ganarse, y en esta era digital, hasta con un post que compartan en sus redes sociales.
Recuerden queridos graduandos que como nuevos profesionales ustedes tienen la responsabilidad de contribuir para crear un estado de orden y paz, que potencie el compromiso con la calidad, con alto sentido ético y moral, para la transformación de la sociedad.
¡Felicidades a todos!
¡Felicidades a nuestra gran Familia Utesiana! MUCHAS GRACIAS