El expresidente colombiano Álvaro Uribe dijo ayer que las actuaciones de quien fue la jefa de los servicios de inteligencia durante su mandato, María del Pilar Hurtado, a quien se acusa de espionaje a opositores políticos, fueron legales porque obedecían a operaciones de “seguridad nacional”.
Hurtado, que se entregó a las autoridades el pasado sábado en Panamá, permanece detenida en el búnker de la Fiscalía de Bogotá de forma preventiva a la espera de un proceso en su contra por varios delitos relacionados con seguimientos y escuchas ilegales a opositores del Gobierno de Uribe (2002-2010).
Según el Fiscal de Colombia, Eduardo Montealegre, existen pruebas de que la exfuncionaria “ordenó seguimientos e interceptaciones ilegales contra magistrados de la Corte Suprema de Justicia, contra líderes de oposición en Colombia y contra defensores de derechos humanos”.
Sin embargo, Uribe, ahora senador, defendió en Twitter que ni él, ni Hurtado, ni nadie de la Presidencia ordenó acciones ilegales, y que varias operaciones de seguimiento adjudicadas a Hurtado obedecen a asuntos de seguridad nacional.
Entre esas interceptaciones, destaca sin mencionarla expresamente la que sufrió la exsenadora liberal Piedad Córdoba, al matizar: “Operaciones de seguridad nacional como indagar por caso de senadora que incitó a golpe de Estado desde México, no violan la ley”.
También destaca que las supuestas escuchas realizadas a la exesposa del alcalde Bogotá, el exguerrillero del M-19 Gustavo Petro, obedecieron a indagaciones de seguridad nacional “por aportes del chavismo a políticos” e insistió en que “no violan la ley”.