Uno de los 24 policías heridos en el atentado con una bomba el pasado domingo en cercanías de la plaza de toros la Santamaría de Bogotá tiene muerte cerebral, informó ayer el Hospital Central de esa institución.
El patrullero Albeiro Garibello Alvarado presenta “inestabilidad en los signos vitales”, además de “poca respuesta neurológica” a consecuencia de un “infarto extenso del hemisferio cerebral izquierdo” con “ausencia de flujo sanguíneo”, señala el parte médico.
Diferentes exámenes a los que fue sometido mostraron en el paciente presenta “signos radiológicos y clínicos de muerte cerebral”, según el comunicado.
“En el momento, la Policía Nacional está realizando un acompañamiento psicosocial a los familiares”, agregó la información.
Garibello Alvarado es uno de los tres policías que permanecen en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) tras ser heridos por la explosión de un artefacto que, según las primeras investigaciones, fue colocado por milicias de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en una esquina del barrio de La Macarena.
Los otros dos patrulleros que se encuentran en la UCI, Jhon Arley Herrera y Eimer Fidel Cubillos, están estables y continúan en observación, añadió el comunicado.
Herrera, quien en las primeras informaciones de la Alcaldía fue dado como fallecido, tiene “trauma craneoencefálico” por esquirla cerebral y “trauma orbitario y ocular derecho”, mientras que Cubillos sufre “trauma abdominal”.
Otros cinco policías que permanecen hospitalizados con diferentes lesiones se encuentran estables y sin riesgo vital, mientras que los 16 policías heridos restantes, así como dos civiles, ya fueron dados de alta.
La explosión ocurrió a la altura de la calle 27 con carrera quinta, donde decenas de policías se preparaban para garantizar la seguridad de los asistentes a la última corrida de toros del año en la Santamaría, ante las protestas de los antitaurinos que en la primera tarde de toros degeneraron en disturbios.
