LONDRES.- Uno de cada cuatro adultos en el Reino Unido corre el riesgo de pasar hambre o sufrir malnutrición tras el confinamiento decretado para evitar la propagación de la COVID-19, según un sondeo divulgado este sábado.
Un equipo investigador de la universidad británica de Northumbria y Feeding Britain -que organiza programas de reparto de alimentos- encontró que el 25 % de la población adulta de este país está experimentando durante la pandemia de COVID-19 lo que denomina inseguridad alimentaria.
Ese porcentaje de adultos ha tenido, según esto, dificultades durante el periodo de restricciones para acceder a los alimentos que pueden permitirse y es probable que, como resultado, habrán sido susceptibles de pasar hambre y sufrir una potencial malnutrición.
Ese sondeo revela que, al mismo tiempo, casi uno de cada cuatro adultos que tiene a su cargo el cuidado de niños ha comido menos durante ese periodo a fin de poder alimentar a esos menores.
También apunta a que la mitad de todos los adultos del país han intentado afrontar la pandemia adquiriendo alimentos menos caros que los que escogerían normalmente.
El sondeo detectó asimismo que ese número aumenta a nueve de cada diez entre los adultos que viven en hogares donde hay menos seguridad en temas alimenticios y son más susceptibles de pasar hambre y potencial malnutrición.
Entre ellos figuran aquellas personas que han empleado estrategias para afrontar ese periodo, como malgastar menos comida y planificar comidas con mayor cuidado.
Los expertos vieron que incluso el recurso a tácticas como comprar alimentos menos caros, acudir a bancos de alimentos, o restringir el consumo de comida no ha permitido a los adultos haberse librado de pasar hambre y de una potencial malnutrición.
Andrew Forsey, director de la organización Feeding Britain indicó que los resultados “revelan hasta qué extremos llegan millones de personas de este país para alimentar a sus familias durante la pandemia”.
Esos hallazgos “revelan la dificultad que demasiados han afrontado para lograrlo mientras intentaban mantener su dignidad, independencia y autosuficiencia”, agregó.
Feeding Britain señaló que durante un programa de emergencia de alimentos que desarrollaron durante la pandemia para distribuir millones de comidas antes de finales de este mes “ha quedado claro que un gran grupo de hogares, sumados a los más pobres, están teniendo dificultades para pagar sus facturas y al mismo tiempo poner comida en la mesa”.
Las personas que se encuentran en ese grupo “han estado expuestas al hambre y potencial malnutrición por una combinación de bajos ingresos y aislamiento, que ha seguido a una pérdida de ganancias o problemas con el sistema de ayudas”.
Por su parte, Greta Defeyter, directora del Laboratorio de Vida Sana de la citada universidad, añadió que los resultados del sondeo “presentan una imagen terrible del alto porcentaje de adultos que experimenta inseguridad alimentaria en el Reino Unido”.
Defeyter instó al primer ministro británico, Boris Johnson, a aplicar “con urgencia una estrategia nacional de alimentos” que potencie el suministro y la accesibilidad de comidas nutritivas para todo el mundo en este país.