LIMA (Reuters) – Los países de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) realizan consultas para pronunciarse por los hechos vinculados a las restricciones adoptadas por algunas naciones europeas a un vuelo del presidente boliviano Evo Morales, dijo a Reuters una fuente del Gobierno de Perú.
Perú, que tiene la presidencia del bloque, encabeza las conversaciones para definir el tono de la declaración y discute además la posibilidad de convocar una reunión para analizar el asunto, agregó la fuente.
“La consultas comenzaron anoche. El pronunciamiento y la convocatoria para una reunión del Unasur sobre el caso tienen que ser por consenso”, afirmó.
El embajador de Bolivia ante las Naciones Unidas, Sacha Llorenti Soliz, dijo más temprano en Ginebra que los líderes sudamericanos planean una reunión de emergencia el miércoles por el desvío a Austria del avión que transportaba al presidente Morales, de regreso a su país desde Moscú.
La nave boliviana quedó varada y fue revisada en Viena bajo la sospecha de que podría estar a bordo el ex contratista de la Agencia de Seguridad de Estados Unidos, Edward Snowden.
El registro determinó que el agente no estaba en el avión, que finalmente pudo salir de Viena.
El avión permaneció en el aeropuerto de Viena durante varias horas después de que Portugal y Francia le negaron autorización para sobrevolar su espacio aéreo.
El embajador Llorenti acusó a Austria de “secuestrar” al presidente Morales y afirmó que el país europeo había actuado bajo las ordenes de Estados Unidos, que ha estado tratando de detener a Snowden desde que éste reveló detalles sobre sus programas secretos de vigilancia el mes pasado.
Llorenti dijo que está en juego la dignidad de Bolivia y de América Latina y aseguró que los presidentes de Perú, Ecuador y Argentina habían hablado con Morales sobre el incidente.
INDIGNACION EN SUDAMERICA
Bolivia, que forma parte de una alianza de izquierda liderada por Venezuela que ha desafiado la influencia política y económica de Estados Unidos en América Latina, denunció la acción austríaca como un acto de agresión y violación de la ley internacional.
“No tenemos dudas de que fue una orden de la Casa Blanca”, dijo el embajador Llorenti. “De ninguna manera un avión diplomático con el presidente debe ser desviado de su ruta y forzado a aterrizar en otro país”, agregó.
Bolivia presentará una queja ante Naciones Unidas.
Austria dijo, sin embargo, que Morales había accedido a una inspección voluntaria del avión. El vicecanciller austríaco, Michael Spindelegger, confirmó que Snowden no estaba a bordo.
“Nuestros colegas del aeropuerto echaron un vistazo y pueden dar garantías de que no va nadie a bordo que no sea un ciudadano boliviano”, dijo Spindelegger a periodistas en el aeropuerto.
Bolivia está entre más de una decena de países a los que Snowden ha solicitado asilo y Morales ha dicho que consideraría la posibilidad de concederle refugio si lo solicitara.
Las opciones de Snowden se han reducido desde que llegó a Moscú desde Hong Kong sin documentos de viaje válidos después de que Estados Unidos revocó su pasaporte.
El presidente estadounidense, Barack Obama, ha advertido de que una oferta de asilo de un país podría tener serios costos.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien también estuvo en Moscú para la conferencia de energía, dijo el martes que Snowden merecía la protección mundial por difundir detalles sobre el espionaje de Estados Unidos.
Por su parte, la presidenta argentina, Cristina Fernández, dijo cuando Morales aún estaba en Viena, que el jefe de Estado de Perú, Ollanta Humala, convocaría a una reunión de urgencia del bloque sudamericano Unasur y que varios mandatarios de la región se indignaron por la situación que enfrentó Morales.
“Habló con (el presidente uruguayo) Pepe (Mujica). Está indignado. Tiene razón. Es todo muy humillante”, dijo Fernández en Twitter.
(Reporte de Marco Aquino, Guido Nejamkis en Buenos Aires, Michael Shields en Viena y Emma Farge en Ginebra.; Editado por Javier López de Lérida)