Por Luis Rodríguez
El problema de la educación pública en nuestro país, no se llama “DINERO”.
El presidente de la República Danilo Medina anunció en su discurso de toma de posesión el 16 de agosto del 2012, que a partir del presupuesto del 2013 asignaría el 4% del Producto Interno Bruto a la educación pública pre universitaria. Comprometiéndose, a la vez, a transformar el Sistema Educativo Dominicano. Y como acción inmediata, convocó a una movilización nacional para eliminar el analfabetismo en los próximos dos años.
Ese mismo día, la ministra de educación Josefina Pimentel fue ratificada en su ministerio, hecho que la comprometía con los deseos del presidente de dignificar los sueños de millones de madres y padres dominicanos, que depositan en sus hijos las posibilidades de salir de la pobreza al colocarlos en un ambiente que los capaciten para enfrentar los retos del futuro, con las herramientas apropiadas para labrar una vida llena de esperanza y progreso.
La ministra de educación no entendió el mensaje del presidente y por el contrario, lo puso en dudas al continuar trabajando con su presupuesto, como debía ser, pero sin realizar las previsiones de lugar que incluyeran la convocatoria a un gran acuerdo educativo, en un momento de ausencia de las presiones que acarrearía la nueva realidad que se avecinaba, producto de las demandas de los distintos sectores comprometidos con las soluciones, incluyendo el más neurálgico, el laboral; lo que le habría permitido negociar en posiciones muy ventajosas y posibilitado acuerdos con la ausencia de elementos perturbadores como los presentes hoy día, que ponen en peligro hasta la propia continuidad de la ministra en su cargo.
El 20 de diciembre del 2012, son aprobadas la Ley de Presupuesto de Ingresos y la de Gastos Públicos del Gobierno Central correspondiente al año 2013, en donde se establece de forma definitiva el 4% del PIB con un monto de 99 mi 600 millones para la educación pública pre universitaria, sin embargo, la ministra Pimentel se esconde en su oficina de la Máximo Gómez, sin mostrar su disposición de iniciar el trascendente diálogo nacional educativo, que le ayudará a reorientar de forma correcta, el gasto sin precedente que estaba recayendo en sus manos y para lo cual necesitaría el concurso de esos sectores.
Los empleados al servicio de la educación del 4%, que incluye en todos los niveles sueldos netos que no superan en la mayoría de los casos: 8 mil pesos para el personal docente, 10 mil pesos para el personal directivo y 5 mil pesos para el personal administrativo y de apoyo, pero que hacen posible que el sistema funcione, y ante un incremento sustancial de los dineros disponibles, es justo que sus casos sean conocidos en consonancia con los incrementos de los recursos manejados por el ministerio, que de no ser así, esta cartera no podrá gastar al 31 de diciembre del 2013 todo lo presupuestado y posibilitará que alguna partida deban parar a otros lados.
Al 27 de febrero del 2013, la ministra Pimentel está viendo pasar las posibilidades de hacer que la educación dominicana de un salto a la calidad, debido a un manejo torpe de los recursos en sus manos, que está posibilitando que el Sistema Educativo Dominicano y los estudiantes como actores primarios de este escenario, deje de percibir las bondades concebidas por nuestro presidente al momento de visualizar en su mente y corazón, un sistema vigoroso que llene de orgullo a todos los dominicanos.
Estamos ante la llegada de un río de posibilidades de desarrollo, que posibilitará todo un manantial de vida y esperanza para nuestros pueblos, que la ministra se ha encargado de retrancar con un objetivo burdo que en nada representa el ideal de los fundadores de la patria ni del presidente Danilo Medina. Unamos nuestras manos para que los beneficios del 4% no perezcan.
El Ing. Luis Rodríguez es Analista y Desarrollador de Sistemas Informáticos.