Una joven madre fue encontrada ahorcada en el interior de uno de los apartamentos construidos por el gobierno en el proyecto habitacional Villa Progreso I, en esta ciudad fronteriza.
La joven Indira Fernández Castro, de 24 años de edad, para quitarse la vida utilizó una soga de fibra color rojo y según el diagnóstico del médico legista actuante en el caso, Ambiorix Tejada, falleció de asfixia por ahorcamiento.
Indira era madre de tres niños (uno fallecido), y era hija del reconocido dentista Pablo Fernández, de este municipio fronterizo.
Según vecinos, tenía poco tiempo de haberse mudado en el lugar y la describieron como una joven muy tranquila.
Junto al cadáver fueron encontradas dos cartas manuscritas, donde pedía perdón a su madre y decía que no aguantaba más el dolor de perder a su hijo, también se despedía de su padre, sus hijas y otros seres queridos.
En el levantamiento de cadáver participaron miembros del Departamento de Investigaciones Criminales (DICRIM) acompañados del fiscal Freddy Ambiorix Guzmán Liberato, quien ordenó que el cuerpo le fuera entregado a sus familiares para darle cristiana sepultura.