porcelana francesa.
Para llevar a cabo sus deseos ha tomado medidas extremas de cirugía estética para borrar sus rasgos asiáticos y lucir como una chica occidental, gastando más de 100.000 dólares y pasando 30 veces por el quirófano.
Entre los procedimientos cosméticos, Vanilla se ha aumentado el pecho, se operó los ojos, se ha sometido ha varias liposucciones y ha definido sus pómulos.
La joven ha saltado a la fama luego de aparecer en un programa Japones, donde a través de fotografías mostraban su transformación, donde dejaban muy claro como poco a poco estaba perdiendo sus raíces japonesas.
Un amigo de la modelo, asegura que su obsesión comenzó a los 19 años cuando terminó de estudiar. “Quiere ser una muñeca porque a las muñecas nadie las llama feas» comentó.
Desde ahí, Vanilla comenzó a pasar por el quirófano, y pese a sus 30 operaciones, asegura que no parará hasta convertirse en una verdadera «french doll».