En medio de un cambio generacional que dio paso a nuevas designaciones de obispos y un giro en el discurso crítico que por años dominó el escenario religioso, la iglesia católica continuó este año 2017 trillando camino para lograr una amplia transformación, inspirada en la visión renovadora del papa Francisco.
Los nuevos tiempos se sintieron con los nombramientos de obispos, relativamente jóvenes, que vinieron a llenar las vacantes dejadas por prelados en edad de retiro, enfermos o fallecidos. Es el caso de los obispos auxiliares seleccionados para integrar la Arquidiócesis de Santo Domingo: monseñor Ramón Benito Ángeles Fernández (68 años), el reverendo Jesús Castro Marte (51 años), y el presbítero Faustino Burgos Brisman (57 años), quienes sustituyen a la tríada conformada por el fenecido monseñor Amancio Escapa, el emérito monseñor Pablo Cedano y monseñor Víctor Masalles Pere (56 años), quien fue designado obispo de Baní.
En este 2017, también fue entronizado como obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santiago, monseñor Carlos Tomás Morel Diplán (48 años), en un acto solemne celebrado en el multiuso de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM).
Además, el reverendo Santiago Rodríguez Rodríguez (49 años), fue destinado como nuevo obispo de la diócesis de San Pedro de Macorís, para llenar la vacante dejada por el hoy arzobispo metropolitano de Santo Domingo, Francisco Ozoria Acosta (66 años). Para el próximo sábado 30 de diciembre Rodríguez Rodríguez será entronizado en un acto a celebrarse a las 10:00 a.m., en el Polideportivo de la Universidad Central del Este.
Las innovaciones igualmente trajeron a Ghaleb Moussa Abdallah Bader, como nuevo Nuncio Apostólico de Su Santidad en la República Dominicana, en sustitución de monseñor Jude Thaddeus Okolo, quien ocupada el cargo desde octubre del 2013.
Asimismo, fue seleccionado como titular de la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), el obispo de Mao-Montecristi, monseñor Diómedes Espinal (68 años), en sustitución de monseñor Nicanor Peña.
A estos cambios, habrán de sumarse otros que se producirán cuando el Sumo Pontífice nombre los sucesores de los obispos José Dolores Grullón, de San Juan de la Maguana, Fausto Mejía Vallejo, de San Francisco de Macorís y Nicanor Peña, de La Altagracia, renunciantes por cumplir los 75 años de la edad de retiro, conforme lo establecen las prerrogativas del Derecho Canónico.
La iglesia católica dominica ha jugado por años un papel crítico en torno a los temas de la agenda nacional. Situaciones de inseguridad, la violencia, corrupción e impunidad han sido blanco de ataques por los católicos, quienes tenían como voz cantante al emérito arzobispo y cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez.
Aunque las críticas y los reclamos de mejoras sociales se mantienen, el tono de los prounciamientos ha bajado, pasando a ser más sobrios y moderados.
El arzobispo Ozoria Acosta, un hombre sencillo, de bajo perfil, pero de mucho temple y vocación, tiene una visión diferente y una meta clara de pastorear sus ovejas.
“Yo vengo a dar mi vida por ustedes, los del centro y los de la periferia; a los de las altas torres y a los de los barrios, los del campo y los de la ciudad, los creyentes y los no creyentes, los que tienen poder y los débiles, los que disponen de recursos y los pobres que carecen de ellos”, aseguró cuando fue entronizado arzobispo metropolitano de Santo Domingo .
Como una hormiguita trabajadora, puso en marcha los planes que desde hace más de diez años tenía en carpeta la Arquidiócesis de Santo Domingo, de descentralizar sus trabajos pastorales y administrativos en vicarías.
Este 2017, el arzobispado de Ozoria Acosta, concluyó la instauración de las Vicaría Santo Domingo Este, Santo Domingo Norte, Oeste, Norte y Monte Plata, las que se encargarán de dar una mejor atención pastoral a los más de cuatro millones de habitantes que tiene la Arquidiócesis de Santo Domingo.
Para concretizar ese sueño, en agosto pasado, con la presencia del presidente Danilo Medina, Ozoria Acosta ordenó a los nuevos obispos auxiliares que tendrán a su cargo las creadas vicarias; son ellos Ramón Benito Ángeles Fernández, Jesús Castro Marte y Faustino Burgos Brisman, quienes colaborarán en el servicio de la Arquidiócesis de Santo Domingo.
Las Iglesias, especialmente la católica y la evangélica, continuaron este año su lucha para que se mantenga la prohibición del aborto, sin excepción. Elevaron su voz ante el Congreso Nacional y los feligreses realizaron marchas por la preservación de la vida. También fue presentado un anteproyecto de Ley que propone la creación de una asignatura para abordar la sexualidad en las escuelas, y para tratar temas como el embarazo adolescente, el machismo, la homosexualidad, el aborto y la abstinencia sexual. La iniciativa presentada por el obispo de la diócesis de Baní, Víctor Masalles Pere plantea que se imparta la asignatura “Introducción a la Sexualidad Humana”.